Laborales

Mente dispersa y desconcentración

• Vivimos en una era de hiperconexión y multitarea que afecta la concentración e impide la atención sostenida y que se agudiza en la medida que hay eventos estresantes, ambientes poco motivacionales o con muchas interacciones al mismo tiempo.

De acuerdo a investigaciones de la Universidad de Harvard, la capacidad de concentrarse en un tema ha sufrido una  reducción drástica del tiempo de atención, disminuyendo desde 2.5 minutos, en 2004, a 47 segundos, en los últimos 5 años, con el agravante que recuperar la concentración tras una interrupción puede demorar en promedio hasta 23 minutos.

Causas principales

Las investigaciones identifican como principales causas: los estímulos tecnológicos de notificaciones por mensajerías y redes sociales; la creciente «cultura» de la inmediatez; y la compulsión de asumir multitareas, cuyas interrupciones y falta de organización desembocan en estrés, ansiedad y alteraciones del sueño.

Este estado de “atención parcial continua”, causada por los estímulos múltiples, afecta el estilo de vida y la salud mental, generando una sobrecarga, a menudo ansiosa y depresiva, que reduce el foco y produce un déficit atencional no diagnosticado cuyas distracciones no son todas clínicas.

Impactos observados

Los estudios muestran que los trabajadores de oficina, en promedio, sólo pueden concentrarse por 3 minutos continuos antes de distraerse, lo que afecta el desempeño laboral incrementando la sensación de fatiga y la pérdida de productividad.

Recomendaciones

Los especialistas señalan que la clave está en reducir la cantidad de estímulos, priorizar tareas y crear entornos que favorezcan el foco, complementadas con estrategias de orden, pausas activas y hábitos saludables, es posible reentrenar el cerebro y recuperar la concentración profunda.

La sugerencia principal es organización de las rutinas y espacios de trabajo:

• Entornos adecuados: Definir espacios específicos para trabajar, en la oficina y -especialmente- en teletrabajo.
• Iluminación correcta y teléfono en modo avión.
• Gestionar el tiempo: p.ej.: 25 min trabajo / 5 min descanso.
• Programar tareas: realizar las más difíciles en horarios de mayor energía.
• Evitar multitarea: priorizar tareas una por una.
• Practicar hábitos saludables: Dormir bien, realizar actividad física, mantener vida social y activar la estimulación cognitiva, como lectura, puzzles y juegos que exigen pensar.
• Realizar pausas activas: Cada 60-90 min, realizar pausas para oxigenar y respetar los ciclos de atención.
• Reducir estímulos: Limitar notificaciones, usar audífonos con cancelación de ruido, bloquear distractores digitales.

Y finalmente, lo más importante, tomar conciencia de la pérdida de concentración dirigiendo la atención hacia la propia conducta para identificar cuáles son los estímulos exteriores e interiores que llevan a la desconcentración y mente dispersa.