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Bienestar en el trabajo: la salud mental emerge como prioridad

• «Para atraer mejor talento, generar más compromiso y entusiasmo y tener menos licencias, es necesario trabajar en salud y bienestar», subraya María José Bosch, profesora del ESE Business School de la U. de los Andes.

Lo que antes se trabajaba con seguros de salud complementarios o reembolsos por gastos médicos, hoy se ha convertido en un área mucho más sofisticada a nivel de las unidades de Recursos Humanos y Bienestar.

«Se trata de acompañar a los colaboradores en sus preocupaciones, dentro de las cuales, sobre todo luego de la pandemia, la salud mental se ha vuelto clave», dice la ejecutiva.

«Las empresas recién están visualizando que este es un gran tema a trabajar, lo que implica tener líderes con capacidad emocional y, fundamentalmente, preocuparse por el factor más determinante: la satisfacción del balance trabajo-familia, punto en el cual hay mucho retraso en Chile«. agrega.

Analizar quiénes son los trabajadores

Una forma de avanzar es analizar aspectos humanos personales de los trabajadores.

En un país con la natalidad a la baja donde hoy hay más abuelos y tíos que padres en las empresas, esto se debiera traducir, por ejemplo, en formas más amplias e inclusivas de  celebrar Fiestas Patrias o Navidad.

Otro punto a preocuparse por parte de las empresas para congregar las preocupaciones personales con el ámbito laboral, puede ser, por ejemplo, combatir el sedentarismo, promover cuidados de salud, como el sobrepeso, la hipertensión; o Instalar hábitos saludables entre el personal.

Menos de 1/3 de los colaboradores dice sentir que pertenece a su lugar de trabajo

Investigación, realizada por la consultora Accenture a más de 5.000 trabajadores y 1.100 altos ejecutivos, con diversos sistemas de trabajo, en 12 países incluido Chile, concluye que la cuarta parte de los trabajadores cree que sus líderes responden a sus necesidades y se comunican con regularidad con sus equipos.

En otro aspecto del relacionamiento, un 73% de los empleados siente que no pertenece a un lugar de trabajo y que no aporta a su forma de ser; y sólo un 25% de los encuestados señaló que su organización les ha brindado el apoyo físico y mental que necesitan para ser productivos y colaborar en tiempos difíciles.

Distanciamiento después de la pandemia

Los autores del estudio explican estos porcentajes aduciendo que posterior al distanciamiento físico durante la pandemia, los entornos de trabajo dejaron de ser una realidad definida, independiente que se trate del ámbito digital, físico o humano, dicen.

Las empresas deben moverse con agilidad y flexibilidad, centrándose en adoptar el cambio con facilidad, impulsando el desarrollo personal, al tiempo de responde con acciones mas concordantes con las necesidades y aspiraciones de sus colaboradores.

Omniconexión

Los autores de la investigación aplican el términos «omniconexión» y lo definen como la experiencia de participar con sus compañeros de una conexión que va más allá de las herramientas tecnológicas, del espacio y del tiempo que trabajan juntos; y que incluye una relación como personas naturales y como compañeros de trabajo. Esto, dicen, fortalece la relación con altos niveles de compromiso.

De acuerdo al estudio,

• las personas que se benefician de las experiencias omniconectadas tienen un 29% más de probabilidades de experimentar un mayor nivel de confianza hacia su organización y hacia su equipo.
• Donde hay confianza, las personas tienen un 35% más de probabilidades de entregar un trabajo de alta calidad, fomentar relaciones laborales y la innovación.