Se dijo del Royalty
Mario Marcel dice que el Gobierno está »abierto a discusión» y ajustes en materia de royalty a la industria minera
Ante consulta del Council of Americas, en charla organizada por la Universidad de Columbia, el Marcel abordó los cambios tributarios que se están haciendo en la minería.
Al explicar la propuesta, se planteó a sí mismo la pregunta «¿Dónde está el equilibrio correcto? ¿dónde tenemos las bases para eso?( … ); es algo que está abierto a discusión, no tendemos a reclamar la última palabra en eso», se respondió.
«Chile está abordando la reforma tributaria con una perspectiva abierta«, acotó Marcel. «Tenemos un entorno minero competitivo y no queremos dañarlo«.
Reacciones en Chile
La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) y el Consejo Minero valoraron la apertura que tuvo el secretario de Estado.
“Es positivo que el ministro de Hacienda se allane a revisar el proyecto, especialmente considerando que este no cumple con la arquitectura tributaria que anunció el propio gobierno, ya que no es progresivo ni ecuánime. Tampoco facilita el proceso y entendimiento de las obligaciones tributarias y, lo más importante, no genera estabilidad ni certeza”, afirmó el presidente de la Sonami, Diego Hernández.
Sostuvo que “Este proyecto es nocivo para la industria porque considera un royalty ad valorem que es regresivo ya que afecta, en mayor medida, a las mineras de costo más alto disminuyendo la competitividad del sector, lo que es dañino para el país”.
Joaquín Villarino, Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, manifestó que interpretan “las declaraciones como una señal de reconocimiento que una buena estructura tributaria debe considerar, más allá de las variables de tamaño y precio, una mirada a largo plazo, reconocer que las empresas tienen distintos costos de producción, y establecer un mecanismo de estabilidad que resguarde los proyectos e inversiones de aquellas operaciones que tienen menores márgenes”.
Las fórmulas a explorar
Para el presidente de la Sonami, el camino más conveniente a seguir es «modificar la escala del impuesto específico a la minería para aumentar la recaudación a un límite que no comprometa la inversión en nuevos proyectos. En un escenario con una inflación en Estados Unidos de 9%, no tiene mucho sentido fijar la tasa de impuesto en función del precio del cobre, ya que esas escalas quedarán obsoletas en un par de años”.
Por su parte, el presidente ejecutivo del Consejo Minero puntualizó que “la industria minera es consciente que su aporte tributario se verá incrementado para contribuir al bienestar de millones de habitantes de nuestro país. Hay que cuidar a esta industria para que su mayor aporte sea sostenible en el tiempo, y satisfaga necesidades de hoy sin sacrificar la posibilidad de satisfacer la de futuras generaciones”.
CRU Group: Propuesta de royalty impactaría en un 27% el valor de los proyectos mineros y frenaría retornos e inversiones
El mayor pago de impuestos haría menos atractivo especialmente el desarrollo de nuevas iniciativas, fundamentales para mantener y elevar los niveles de producción de la industria local.
La propuesta presentada por el Gobierno elevaría la tasa impositiva efectiva promedio para las grandes minas a 50% en 2024 y superaría, incluso el 70% hacia 2040, a medida que los mayores costos de producción y menor productividad afecten a las empresas., dijo la consultora.
Eso se compara con un 37% si se mantiene el régimen actual y con un 43% bajo una propuesta presentada previamente en el Congreso.
Efectos sobre la inversión
La disminución de los flujos de efectivo como resultado de impuestos más altos reduciría el valor de la industria en un 27%, lo que agregaría incertidumbre a las decisiones de inversión necesarias para ayudar a llenar una brecha de suministro global de 5,1 millones de toneladas métricas de cobre primario necesarias para 2030.
La consultora advierte que las decisiones de inversión serían aún más complejas, particularmente respecto a aquellos nuevos proyectos que verían un impacto significativo en sus tasas de retorno.
Una de las preocupaciones respecto a la propuesta de royalty , además del impacto sobre el retorno para el inversionista, tiene que ver con los efectos que tendría sobre la oferta de cobre que se requiere para fines de esta década.
Royalty está pensado para 4 o 5 mineras
Tanto el Consejo Minero como diversos expertos coinciden en que se le cargará la mano a las cuatro o cinco empresas más grandes del sector y que los proyectos con mayores costos podrían dejar de operar si la cotización del cobre entra en un ciclo bajista.
Advierten que la combinación de un componente ad valorem más otro sobre rentabilidad, que aumenta con el precio del metal, lleva la carga a un tope del 60% que les restará competitividad internacional.
“Este impuesto está pensado para aumentar el gravamen de las cuatro o cinco mayores explotadoras privadas de cobre: Escondida, Collahuasi, Pelambres y Los Bronces, que son las que más han invertido y confiado en la estabilidad del país”, afirma Joaquín Jara, director del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) y académico de la UC.
“Este royalty sí desincentivará la inversión, porque la carga tributaria total con que quedaría el sector es de al menos del 55% y con precios sobre US$ 3,7 por libra aumenta al 60%. Eso no es competitivo a nivel global, donde las tasas promedio están en un 40%, ya que nos deja entre 15 a 20 puntos sobre las de países con los que competimos”, afirma Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero.
La casa por el techo
A juicio del dirigente gremial, “el gobierno partió construyendo la casa por el techo: dijo necesito recaudar US$ 1.500 millones de royalty minero, un 0,6% del PIB, y diseñó una estructura para levantar esos recursos, pero no se da cuenta de que no será capaz de sostener el techo y más temprano que tarde la recaudación con estas tasas impositivas será insostenible.
Si sólo están pensando en recaudar lo que necesita este gobierno para financiar su programa puede ser una reforma exitosa; pero si se piensa en el país a largo plazo, es un proyecto mal estructurado, ineficiente y arbitrario, porque solo aumenta el impuesto a la gran minería del cobre que produzca más de 50.000 toneladas y afecta gravemente a cuatro yacimientos.»