Desaladoras para la Región de Valparaíso: las alternativas que propone la ciencia para abordar la crisis hídrica en la zona

  • Extractos de entrevista realizada por País Circular (www.paiscircular.cl) a Claudio Sáez, director del HUB Ambiental de la UPLA.

El centro de investigación ha estudiado la factibilidad real de instalar una planta desaladora en la zona de Papudo, de 1.000 litros de agua desalada por segundo, para abastecer el consumo humano y agricultura de las comunidades más necesitadas del interior de la Región.

Si todo el proceso resulta exitoso, Sáez espera que esta planta entre en operaciones en un plazo de tres años y medio más.

Su trabajo “Cambio climático y crisis hídrica: Desafíos y oportunidades en los usos del borde costero” fue expuesto en el seminario internacional organizado por la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y la Universidad de Atacama (UDA), en el que estuvieron presentes los rectores de ambos planteles, Patricio Sanhueza y Celso Arias, respectivamente, y el gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca.

En su exposición, Sáez evidenció que en Chile hay 22 plantas desaladoras en operación y 24 en evaluación, pero casi todas están orientadas hacia la minería.

En el caso de la Región de Valparaíso, agregó el académico de la UPLA, no existen proyectos de desalación de gran envergadura, salvo el proyecto en desarrollo Aconcagua de Aguas Pacífico SPA, en la bahía de Ventanas, cuya generación se destinaría principalmente a faenas mineras.

Sáez especificó que los estudios del HUB Ambiental buscan satisfacer la necesidad de las comunidades ubicadas al interior de la zona norte de la Región de Valparaíso, específicamente en consumo humano y agricultura.

En principio, los análisis señalan a la zona de Papudo como la más adecuada para instalar una planta desaladora de 1.000 litros por segundo de producción, escalable al doble en dos a tres años, para abastecer a la zona de extrema escasez como Petorca, La Ligua, Putaendo, San Felipe y, en general, el Valle del Aconcagua.

En nuestras encuestas notamos que la desalación tiene una buena percepción ciudadana. En este sentido, quienes nos sentimos alineados con la nueva Gobernación de Valparaíso, sentimos de que es un proyecto para la gente, cuyo principal beneficiario será el pequeño y mediano agricultor.

Agua para la gran agricultura y la minería

Esto no quiere decir que se puede dejar fuera a la gran agricultura y la minería, pero para participar de esta iniciativa deben hacer una inversión que aminore los costos a pagar por los utilitarios finales que son los más relevantes.

Lo veo por un tema de subsidio: las mineras y la gran agricultura se pueden permitir grandes costos operacionales.

Hemos tenido conversaciones con mineras, y ellas están dispuestas a invertir el doble de lo que se necesita para desalar. Este subsidio nos permitiría abaratar costos de la comunidad tanto para el agua potable como para la agricultura.

Momento afortunado

Estamos en un momento político afortunado. Un proyecto bien articulado, con reducción al máximo de los impactos, con los permisos sectoriales conseguidos y pasando por el sistema de impacto ambiental, más considerando los tiempos de construcción hasta que empiece a operar, podría estar listo entre 3 y 5 años más.

El gobernador (Rodrigo Mundaca) ha sido incisivo en la necesidad de contar rápidamente con esto. Es de la zona y está preocupado de que este proyecto de desaladora esté operativo en el momento en que él deje su mandato como gobernador, esto es en tres años y medio más.

En el normal de los casos debería demorar entre 3 a 5 años, pero ojalá sea en tres años y medio.

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