Del cuidado de la Salud

40% de los trabajadores no logra desconectarse en vacaciones

  • Estudio de la reclutadora de talentos Adecco Chile señala que en nuestro país sólo el 60% de los trabajadores logra desconectarse durante sus vacaciones.

Aparte del hecho que muchas empresas valoran la disponibilidad continua del personal, la presión por estar conectados, incluso en vacaciones, responde también a factores que dificultan la desconexión, como:

  • La  preocupación por las tareas pendientes;
  • La dificultad de desvincularse mentalmente del trabajo; y muy a menudo,
  • La dependencia de las personas de dispositivos electrónicos y redes sociales.

Este último punto es importante dado que los canales de comunicación laboral más utilizados son el correo electrónico y las aplicaciones de mensajería, como WhatsApp o los grupos de tarea, resulta en una dificulta de separar la vida laboral de la personal.

Responsabilidad compartida

Empresa

  • No desconectarse completamente puede afectar la productividad, aumentar el estrés y perjudicar la salud mental de sus trabajadores, por lo que se les recomienda fomentar una cultura organizacional que, al promover el bienestar del trabajador, sostenga políticas que faciliten la desconexión.

Desconexión efectiva

Trabajador

Los empleados deben asumir la responsabilidad personal de establecer límites claros para proteger su bienestar y rendimiento a largo plazo.

  • Planificar y delegar tareas antes de salir de vacaciones.
  • Preparar un respaldo adecuado para cubrir responsabilidades durante la ausencia.
  • Evitar revisar correos y redes sociales laborales durante el período de descanso.

Decisiones y salud mental

  • Los expertos en salud laboral coinciden que la principal causa de estrés entre los ejecutivos es la toma de decisiones.

Con la inmedatez de las comunicaciones, el exceso de información trivial o redundante y la creciente tendencia hacia modelos horizontales y circulares de relacionamiento entre jefaturas, la presión sobre la toma de decisiones se ha hecho más intensa en los niveles de gerencia superiores.

La tensión propia del cargo, la incertidumbre sobre los resultados y la natural reserva sobre a la calidad de la información que le llega de su equipo, hacen difícil lograr la serenidad y objetividad necesarias para evaluar con claridad antes de decidir.

Atención Plena

Ante esta realidad, milenarias prácticas de meditación  de origen oriental, como la Atención Plena o Mindfulness, han concitado la atención en contextos de la investigación científica, como la psicología, la educación y la medicina.

Basadas particularmente en el budismo, estas disciplinas consisten en

Focalizar la atención sobre determinadas circunstancias del momento presente:

  • Sin aplicar juicios de valor;
  • Sin conjeturar motivos:
  • Sin presuponer intenciones;
  • Sin reaccionar instintivamente a sus estímulos; y
  • Sin dejarse llevar por distracciones.
La barrera de la inmediatez

Difícil tarea para ejecutivos que viven rodeados de llamadas telefónicas, mensajes de texto,  apretadas agendas y la fuerte presión de las urgencias del “aquí hoy” que hacen `prácticamente imposible hacer un alto para salirse de uno mismo, liberarse de las presiones sensoriales y emocionales y darse un tiempo para calmar esa ansiedad perturbadora que se ha vuelto tan “normal” y tan dañina para la salud.

¿Cómo opera la Atención Plena o Mindfulness?

Al situar las circunstancias más allá de lo inmediato y cortoplacista, el equilibrio interior que logra la concentración plena en uno mismo y sus circunstancias, hace posible mirar la vida exterior con una visión más amplia, más serena, sin la intromisión de reacciones emocionales, reservas o prejuicios.

Esto se obtiene a través de ejercicios y prácticas que entrenan la mente para:

  • Concentrarse en las circunstancias presentes;
  • Focalizar la atención en lo que sucede dentro de uno mismo, como en la respiración o las sensaciones del cuerpo;
  • Escuchar y sentir lo que está sucediendo en el entorno inmediato, evitando reacciones automáticas; y
  • Observar los pensamientos y emociones que van surgiendo en el momento, pero –muy importantesin clasificarlos con juicios valóricos como «buenos» o «malos», para disminuir el estrés que asocian los juicio personales o externos.
Beneficios operativos de la Atención Plena o Mindfulness

Otorga mayor claridad mental

  • Ayuda a tomar mejores decisiones al reducir las respuestas impulsivas.
  • Incrementa la capacidad de evaluar las situaciones desde un punto de vista consciente.
  • Acostumbra a analizar las circunstancias como apropiadas o inapropiadas para la situación, libre de todo juicio de valor y prejuicio emocional de bueno y malo, de premios o castigos.

Reduce el estrés y la ansiedad

  • Aporta calma al centrar la atención en el presente y no en preocupaciones futuras o remordimientos del pasado.

Mejora la salud física

  • Está demostrado que reduce el dolor crónico, mejora el sueño y regula la presión arterial.

Fortalece las relaciones laborales

  • Fomenta la escucha activa y la empatía en la interacción personal dentro de los equipos de trabajo.
Prácticas comunes de la Atención Plena o Mindfulness
Meditación
  • Sentarse en silencio y concentrarse en la respiración, dejando pasar los pensamientos sin aferrarse a ellos.

Exploración corporal

  • Recorrer mentalmente cada parte del cuerpo, observando las sensaciones físicas sin juzgarlas.

Concentración en actividades diarias

  • Aplicar atención plena mientras se realizan actividades como caminar, comer o conversar.

Redirecionar la atención

  • Cuando la mente se distrae y divaga, volver a un objeto, a una sensación corporal o al sonido interior de la respiración del momento presente.

Comer bien, dormir mejor

  • Dentro de la creciente preocupación por la salud mental del trabajador chileno destaca la alta importancia que los expertos en seguridad y salud laboral dan a la responsabilidad que cabe a cada persona en adoptar las conductas conducentes al logro de una debida restauración.

En época de vacaciones, además de la desconexión digital y no recargarse de actividades recreativas estresantes, los entendidos recomiendan como claves para optimizar el descanso en noches calurosas, combinar una alimentación adecuada, una buena hidratación y un ambiente propicio para el sueño.

Recomendaciones generales para la cena
  • Preferir comidas ligeras y frescas, como ensaladas con vegetales hidratantes  como pepino, lechuga y apio y proteínas magras como merluza o reineta.
  • Consumir alimentos hasta dos horas antes de dormir para una mejor digestión.
  • Evitar antes de dormir alimentos como frituras y comidas grasas, que dificultan la digestión.
  • Alimentos ultraprocesados y azucarados que generan picos de glucosa y alteran el descanso.
  • Comidas condimentadas o con alto contenido de sodio (sal), que pueden provocar reflujo y deshidratación.
  • Bebidas con cafeína o alcohol puesto que alteran la calidad del sueño.
Hidratación y su impacto en el sueño
  • Para mejorar la hidratación, preferir alternativas como aguas saborizadas con frutas.
  • Moderar antes de dormir la ingesta de bebidas diuréticas como té, café y bebidas energéticas para prevenir interrupciones nocturnas.
Comidas que favorecen el sueño

No sólo la cantidad de comida que se ingiere antes de irse a dormir, si no ademas y muy importante, preferir aquellos alimentos que favorecen la producción de melatonina,  que es la hormona que regula el sueño; y la serotonina, que es la hormona que favorece la relajación.

Entre la primera (Melatonina):

  • Pescados grasos como salmón y atún (ricos en omega-3 y vitamina D).
  • Frutas como plátano, cerezas y kiwi.
  • Frutos secos como nueces y almendras.

Entre la segunda (Serotonina):

  • Carbohidratos integrales como quinoa y arroz integral.
  • Alimentos ricos en triptófano: plátano, piña, avena, semillas de zapallo.
  • Lácteos bajos en grasa como leche y yogur.
Como factores claves para un mejor descanso:
  • Mantener una rutina relajante antes de dormir para reducir el estrés.
  • Utilizar ropa ligera de algodón para favorecer la transpiración.
  • Cerrar ventanas y cortinas durante el día para evitar el calor.
  • Ventilar en la noche.
  • Utilizar ventiladores o aire acondicionado para mantener un ambiente fresco.
  • Evitar el uso de pantallas antes de dormir, ya que la luz azul reduce la producción de melatonina.
  • Practicar técnicas de relajación como meditación o escuchar música suave.
  • Evitar el ejercicio intenso antes de acostarse, ya que eleva la temperatura corporal.

 

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