Consejos para diferenciar y prevenir los virus sincicial, influenza y adenovirus

  • El crecimiento según cifras del Instituto de Salud Pública (ISP) de un 40% en una semana de los virus estacionales ha encendido las alarmas ante una posible congestión en los recintos hospitalarios.

Ante la eventualidad, los médicos entregan datos sobre los síntomas y recomendaciones ante la eventualidad de tener que acudir a una consulta.

El virus respiratorio sincicial, la parainfluenza, influenza A y el adenovirus son algunos de los que han aumentado su circulación, según el más reciente informe epidemiológico del Instituto de Salud Pública (ISP), del 31 de mayo, y que analiza la semana 21 de este año.

Sincicial

Según informó el Ministerio de Salud, el virus sincicial está afectando principalmente a los menores de entre 1 y 4 años, causando bronquitis y neumonías graves. Este virus también se puede presentar en adultos mayores.

Los principales síntomas en lactantes son irritabilidad, menor actividad y dificultad para respirar, mientras que en niños más grandes se refleja a través de moqueo, apetito reducido, tos, estornudo, fiebre y silbido leve en el pecho al respirar.

En adultos, el virus sincicial suele manifestarse con fiebre, congestión nasal, tos seca y, en algunos casos, obstrucción bronquial.

Influenza y parainfluenza

En el caso de la parainfluenza y la influenza A, ambas generan compromiso del estado general, es decir, decaimiento. Sin embargo, se pueden diferenciar.

La influenza da un poco más de dolor muscular, mientras que la parainfluenza puede presentarse con más disfonía y obstrucción bronquial, es decir, sientes más dificultad para respirar.

Se caracteriza muy bien por los dolores, porque son pacientes que te dicen que les duele mucho todo el cuerpo; en cambio la parainfluenza sí provoca más laringitis y puede producir la disfonía.

Adenovirus

El adenovirus, en tanto, es particular porque puede presentarse con síntomas tanto respiratorios como gastrointestinales.

Por un lado, puede producir amigdalitis con algo de fiebre y avanzar hacia amigdalitis bacteriana y además producir conjuntivitis tanto en adultos como en niños; pero también puede causar síntomas más estomacales, como diarrea o náuseas».

Este virus también se asocia a la aparición de hepatitis, aunque de forma mucho menos frecuente.

Dado que hay una alerta por brote de hepatitis infantil grave, en Europa y EE.UU. asociada con adenovirus, se debe estar atentos si un niño presenta decaimiento, náuseas y coloración amarillenta en la piel y parte blanca de los ojos, síntomas de que el hígado no está funcionando bien.

Transmisión y prevención

Todos los virus mencionados se transmiten principalmente a través de aerosoles, comúnmente al estornudar o toser, al igual que el covid- 19. También pueden transmitirse por medio de tocar superficies contaminadas.

Las principales formas de prevención contra estos virus son las mismas que se han recomendado para la pandemia; es decir, lavado de manos frecuente; cubrir la nariz con el antebrazo al estornudar o toser; usar mascarilla y ventilar los domicilios.

Se debe tener presente que aunque se hayan relajado estas medidas, Chile entra al invierno, que es un período complejo, donde se dsan temperaturas muy frías en las noches y en las mañanas y más cálidas por la tarde, lo que favorece aún más la transmisión de estos virus.

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