Aseguramiento Y Control De Calidad
Víctor Faúndez*
En 1995 David Walsh, un agente de bolsa neoyorkino, se asoció con el geólogo John Felderhoff y compraron –para impulsar su compañía minera Bre-X–, un yacimiento de oro en la selva de Borneo, Indonesia, llamado Busang. Contrataron al geólogo filipino Michael De Guzmán, para que condujera.
la exploración para estimar los recursos. En junio de 1996, Bre-X dice que Busang contiene 39 millones de onzas. Un mes después la estimación subió a 47 millones de onzas.
En febrero de 1997, después de diez meses de disputas, en donde incluso Barrick intentó entrar al negocio, a través del ex presidente George Bush contratado como ejecutivo, Bre-X (45%), Freeport McMoran (15%) y el gobierno indonesio, más una serie de intereses privados indonesios (40%), llegan a acuerdo para desarrollar Busang. El 19 de febrero de 1997, la estimación sube a 71 millones de onzas. Walsh dice que el yacimiento podría contener hasta 200 millones de onzas. Las acciones de la Compañía subieron de poco más de 2 dólares en 1995 a un pico de 275 dólares en 1996, lo que la valoraba en 6000 millones de dólares estadounidenses.
El 12 de marzo de 1997 una auditoría efectuada por Freeport, concluye que el yacimiento sólo tiene cantidades muy menores de oro. El 19 de marzo de 1997, De Guzmán muere al caer de
un helicóptero. Se dice que se encontró una nota de suicidio, pero se especula que lo torturaron y mataron o fingió su propia muerte. Su cuerpo no fue hallado hasta después de varios días y la descomposición no permitió determinar con certeza su identidad.
Se contrató un asesor independiente para estudiar el caso del yacimiento Busang, Strathcona Mineral Services, que el 6 de mayo de 1997 comunicó que el mejor hallazgo de oro del mundo no era más que prácticamente un pedazo de tierra sin valor en medio de la selva. Las acciones se desplomaron en 10 minutos después de la noticia, y el valor de la empresa se redujo de 6000 millones de dólares a unas escasas decenas. La investigación concluyó que cantidades precisas de polvo de oro se habían añadido a las muestras en algún laboratorio clandestino. Después de esto, las bolsas mundiales donde se transaban las acciones de compañías mineras y de exploración, se desplomaron. La exploración se redujo drásticamente en el mundo. Se revisaron los códigos mineros y se prepararon nuevas regulaciones y recomendaciones de buenas prácticas.
Hoy, los diversos códigos mineros del mundo exigen que un profesional competente certifique, mediante auditorías, que la estimación, junto con los datos usados para ello, estén en perfecta
regla, siguiendo una serie de buenas prácticas que deben ser informadas.
Es aquí donde el aseguramiento y control de calidad (ACC) se enmarca y juega un papel clave en la confianza que se deposita en la información que se procesará. Si la información es falsa, ya sea por fraude, o simplemente por malas prácticas o negligencia, los resultados de su análisis no podrán ser buenos, aunque los profesionales que analicen la información lo sean.
El objetivo del ACC es poder asegurar el control de calidad.