Niveles de estrés en colaboradores se disparan producto de la crisis social
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Según encuesta elaborada por Adecco, seis de cada diez chilenos declaran que se sienten más estresados en el trabajo por las jornadas interrumpidas que ponen en jaque la productividad.
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Según los expertos, ante esta crisis las compañías tienen la oportunidad de revisar sus desigualdades y procesos de bienestar interno, fijando una agenda social con sus mismos trabajadores.
La crisis por la que atraviesa el país no solo está impactando el día a día de los chilenos, sino también la econo¬mía y el empleo. De hecho, según un estudio elaborado por la consultora de recursos humanos Adecco, el 60% de los trabajadores encuestados aseguró que se ha sentido más estresado en su lugar de trabajo producto del escenario actual por el que atraviesa el país.
Estos resultados distan considerablemente de aquellos obtenidos en la misma fecha de 2018, en que la cantidad de personas que manifestaban sentirse estresadas en épocas de mayor peak de carga de trabajo no alcanzaba el 30%.
El director de Operaciones de Adecco Chile, Orlando Palma, explica que "sin duda este tipo de situaciones gol¬pea fuertemente, sobre todo en la esfera del empleo, que es donde la gente pasa la mayor parte de su tiempo".
Algunos factores que han aumentado el estrés laboral son
- las aglomeraciones que se producen en las calles por jornadas interrumpidas que muchas veces no permiten concretar las tareas del día;
- los mayores tiempos de trayecto que se invierten en llegar y salir del trabajo debido a la intermitencia del transporte, y
- la obligación de cumplir con los objetivos propios de esta época del año.
"Si bien muchas jefaturas entienden lo que está sucediendo y empatizan con esto, ellos también se van agotando, y ese sentimiento de cansancio se traspasa a los colaboradores" señala.
Ante este escenario, el psicólogo laboral y gerente de Mandomedio Consulting, Rodrigo Correa, dice que, "para que las firmas puedan seguir operando, deben tener en cuenta que lo más importante son las personas, por lo que deben entregar las herramientas necesarias de flexibilidad y seguridad para que sus trabajadores puedan desempeñarse en sus puestos".
Es así como algunas empresas ya han implementado medidas para mitigar el efecto negativo que genera el estrés y la angustia por la incertidumbre, como, por ejemplo, psicólogos clínicos a disposición de los empleados.
Wom es una de las firmas que han puesto en marcha este tipo de mitigación. La directora de Valor Humano de la firma, Sandra Díaz, explica que, debido a la situación país, "estamos organizando y ejecutando iniciativas para que los colaboradores cuenten con apoyo psicológico, así como también con acciones que disminuyan el estrés en su lugar de trabajo".
Respecto a los principales focos de preocupación de los colaboradores, los expertos indican que la crisis social ha hecho que estos se vean expuestos a un sentimiento de incertidumbre e inestabilidad social y económica. Eso inevitablemente les genera temor con respecto a sus proyecciones en sus puestos de trabajo o empresa en la que se desempeñan.
"También encontramos el estrés propio de este tipo de situaciones, que afectan tanto sus quehaceres diarios como su propia salud mental", dice Palma.
Para paliar estos altos índices de estrés, existen algunas prácticas que las empresas pueden poner en marcha. "La contención por parte de las jefaturas y la comunicación oportuna son indispensables. El principal desafío para los empleadores es poner en práctica un concepto que a raíz de la reforma de las 40 horas ha estado en boga, como es la flexibilidad laboral, el home office y los beneficios asociados a un trabajo. Es el momento de demostrar si estamos o no maduros en el mercado laboral para las medidas de flexibilidad, con el fin de mantener una productividad más o menos normal, entendiendo la actual situación de crisis”; añaden desde Adecco.
Adicionalmente, Palma asegura que las compañías tienen la oportunidad de revisar sus desigualdades y proce¬sos de bienestar interno, "poniendo una agenda social en un lugar más primordial de sus presupuestos, invirtiendo en más y mejores capacitaciones, e intervenciones relacionadas con el crecimiento y bienestar de las perso¬nas. Se ha hablado mucho del sueldo; sin embargo, hay un salario emocional que marca mucho la felicidad y bienestar de un trabajador en su día a día. Este es un buen momento y desafío para revisar esos procesos".
FUENTE: El Mercurio – Capital Humano
Fecha: 25-11-2019