Expertos recomiendan seguir a Europa en el uso de mascarillas certificadas y no de tela
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Alemania y Austria prohibieron las caseras en sitios públicos y Francia las desaconsejó.
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Especialistas locales coinciden en la necesidad de impulsar la utilización de las quirúrgicas, como mínimo, para mayor protección ante la variante más contagiosa. Sin embargo, están divididos sobre la conveniencia de su obligatoriedad.
A más de año de que las mascarillas se convirtieran en parte del día a día, su uso sigue generando debate.
Esta vez se ha generado una discusión por nuevas regulaciones en Europa para hacer que los ciudadanos usen aquellas certificadas que cumplen con criterios de seguridad.
El gobierno austríaco dio el primer paso anunciando a mediados de mes el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 (con ciertas diferencias, es el equivalente europeo de la N95), norma que empezó a regir el lunes pasado. Y desde entonces el debate se ha extendido.
El Ministerio de Salud de Francia desaconsejó el uso de mascarillas caseras o de tela, una postura a la que se unió Alemania.
Su Canciller, Angela Merkel, anunció el fin de semana la obligación de utilizar mascarillas quirúrgicas o FFP2 en todos los sitios públicos, lo que incluye supermercados.
Los tres países indicaron que las medidas tienen que ver con asegurar una mayor protección ante la circulación de la variante más contagiosa del SARS-CoV-2.
En España, en tanto, comunidades como Galicia ya se han pronunciado para que el gobierno imponga el uso obligatorio de las FFP2.
El tema ha levantado polémica, la cual tiene que ver, en parte, con que la OMS recomendó el uso de mascarillas de tela o caseras desde inicios de la pandemia. Y posterior a los anuncios en Europa, lo validó nuevamente para personas sanas menores de 60 años.
En Chile
Los especialistas locales consultados califican de pertinentes las medidas europeas y coinciden en que es necesario ir hacia el uso masivo de mascarillas certificadas en Chile.
"Me parece una buena medida evolutiva ir hacia el uso de mascarillas quirúrgicas de forma masiva e ir dejando las de tela, considerando que estas representan un mayor riesgo, porque tienen peores resultados de filtración", comenta Camila Carvajal, enfermera académica y profesora del departamento de enfermedades infecciosas de la UC.
"La recomendación de la OMS de usar mascarillas de tela se dio cuando las quirúrgicas, o las N95, eran caras y escasas, pero la situación es distinta ahora, cuando hay empresas chilenas fabricándolas para uso no médico", dice Carvajal.
Y añade: "Al igual que Europa, creo que debemos tener un piso de protección, donde todos usen al menos la quirúrgica y así evitar que la gente utilice bandanas o pañuelos que no defienden".
Vivian Luchsinger, viróloga del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la U. de Chile, comenta: "Es preferible usar las de tela antes que nada, pero son mucho menos eficaces y, francamente, es cierto que sirven muy poco ante la presencia de la variante más contagiosa".
La especialista agrega: "El problema es que existe una gran variedad de las de tela y las mejores no alcanzan a filtrar ni el 70% del virus".
César Bustos, infectólogo de Clínica U. de los Andes, coincide en que en "el escenario idea", toda la población en Chile debe utilizar productos sanitarios y no caseros, principalmente en sitios muy concurridos."
Pero el factor económico es un desafío para masificar el uso de mascarillas certificadas en el país, dicen los expertos, por lo que no todos coinciden en su obligatoriedad.
Luchsinger está de acuerdo en impulsar su uso, pero por medio de una recomendación oficial y no de una normativa. "Las mascarillas quirúrgicas son desechables y muchas familias en Chile tienen recursos económicos limitados, que hacen difícil costearlas constantemente. Entonces, sin una ayuda económica, lo veo poco factible", opina.
En la misma línea opina el doctor Bustos. "No estoy de acuerdo con obligar a las personas, porque muchos no tendrán con qué pagar, pero sí poner énfasis y recomendar el uso de mascarillas, al menos quirúrgicas, en el transporte público o espacios cerrados", dice.
Carvajal, en cambio, cree que la medida se puede aplicar en Chile. "Si estamos hablando de usarlas en supermercados o tiendas, las personas podrían hacerlo solo cuando vayan a esos lugares, pero debemos evitar que gran parte de la población asista a lugares públicos con cualquier tipo de producto que no funciona".
En Francia , el Ministerio de Salud aseguró que las mascarillas de tela o las fabricadas en casa son insuficientes para impedir el contagio con el virus.
FUENTE : El Mercurio
Fexga: 28-01-2021