El punto de inflexión de la mediana minería
Tras una racha negativa que se extendió por cerca de cinco años, hoy la mediana minería comienza a ver signos de recuperación. El año pasado realizaron envíos en torno a los US$ 1.500 millones, cifra significativamente mayor a los US$ 1.200 millones anotados en 2016.
Mientras que para este año las proyecciones hablan de US$ 1.600 millones en exportaciones, esto en base a un precio promedio del mineral en unos US$ 3,06 la libra, lo que desde ya se advierte como una franca mejoría.
Aunque todavía no se conocen las cifras de producción y sus estimaciones para 2018, todo indica que también irá al alza. Pero la industria necesitará mucho más que eso para salir de la compleja situación financiera en la que se vio envuelta en estos últimos años.
El ciclo de precios bajos dejó a buena parte de estos productores con un alto endeudamiento, y ahora este mejor precio del cobre los presiona a poner en producción nuevos proyectos.
Para enfrentar ambas situaciones va a ser clave el levantamiento de capital y acceso al crédito. Aquí entra en escena el rol de Cochilco y el aporte que puede hacer para entregar mayores insumos a la banca y al mundo financiero para generar mayor confianza hacia las empresas del sector.
Por otro lado, también hay un desafío mayor para estas mineras, las que sin duda deberán buscar mecanismos para ser más rentables y eficientes, aprovechando que tienen acceso a yacimientos más pequeños, de menor intensidad de capital y mejores leyes.
Otro tema no menor, es el frente ambiental y la tramitación de los permisos, aunque el aporte de la mediana minería a la economía local y la relación con las comunidades son un activo de esta industria que debe saber aprovechar.
Fuente: Diario Financiero. Artículo Editorial
Fecha: 01-02-2018