Del cuidado de la salud
Qué hacer con los medicamentos vencidos
- Para la seguridad en el uso de los remedios es fundamental revisar la fecha de vencimiento en el rótulo de los medicamentos, dado que un medicamento vencido puede perder su eficacia o generar compuestos perjudiciales.
En todo hogar se conservan diferentes medicamentos, sea para un tratamiento específico, sea por prevención antes situaciones comunes, como dolores, resfrío, antiinflamatorios, antiácidos o vitaminas.
Sin embargo, algunos fármacos para niños o para adultos con preexistencias requieren una especial atención para la eliminación segura y responsable de los medicamentos por el riesgo de provocar efectos dañinos para la salud.
Por otra parte, la incorrecta eliminación puede provocar contaminación del agua y resistencia antimicrobiana.
Claves
Responsabilidad
- Se debe revisar las fechas de elaboración y expiración de todo medicamento.
Eliminación Segura
En Chile,
- 73% de las personas desecha los medicamentos vencidos;
- 21%, los guarda; y
- 6%, los regala.
Recomendaciones
- No se deben desechar con la basura común ni en el agua, ya que pueden contaminar el medio ambiente y afectar a los animales.
- Preferir recolectores habilitados por farmacias para la recolección de medicamentos caducados.
Cuando no se cuenta con un sistema de recolección y reciclaje:
- Triturar o moler los medicamentos y mezclarlos con tierra o arena para que sean irreconocibles.
- Colocarlos en una bolsa de plástico de cerrada, una lata vacía u otro recipiente que pueda cerrar para evitar que el medicamento se derrame.
Estrés y ansiedad aumentan el apetito y la preferencia por productos altos en calorías
- Comer por preferencias especiales o por emociones es algo normal, señalan los nutriólogos, sin embargo cuando se vuelve una constante puede levar a una alimentación descontrolada y una relación poco saludable con la comida.
Cuando esto sucede, generalmente es reflejo de problemas de equilibrio y sanidad mental que al generar una mayor intensidad de estrés y ansiedad incrementan la liberación de cortisol y con ello un aumento del apetito por azúcares y grasas, altamente calóricos, por su efecto de proporcionar un alivio y un placer inmediato.
Manejar el estrés y la ansiedad sin caer en una alimentación descontrolada implica reconocer las emociones, tener estrategias alternativas, optar por alimentos más saludables y permitir cierta flexibilidad en la dieta sin generar culpa.
Recomendaciones
Diferenciar el tipo de hambre
- Hambre fisiológica: Se manifiesta con señales corporalescomo dolor de estómago, ruidos intestinales, irritabilidad o dolor de cabeza.
- Hambre emocional: Surge repentinamente, genera antojos específicos, como chocolate, frituras, etc. y puede traer sensación de culpa al comer.
Identificar la emoción detrás del impulso de comer
- Preguntarse si lo que provoca el deseo de comer es estrés, ansiedad, aburrimiento o tristeza.
Neutralizar el impulso
- Realizar actividades que ayuden a distraerse sin recurrir a la comida
- Hacer ejercicio,
- Practicar un pasatiempo,
- Meditar
- Escribir
- Recurrir a alguien para hablar y desahogarse.
Elegir alternativas más saludables
- Si aún hay ganas de comer, optar por alimentos que imiten la textura o el sabor de los antojos, como barras proteicas en lugar de chocolates o Alimentos crujientes, como zanahorias o frutos secos en lugar de papas fritas.
No prohibirse alimentos, pero moderar las porciones
- Restringir alimentos puede aumentar la ansiedad y el deseo de comerlos en exceso.
- En su lugar, se recomienda comer una porción adecuada, por ejemplo, la cantidad sugerida en el envase de un chocolate.
Retomar los ejercicios después de un período de inactividad
- La clave está en hacerlo de manera progresiva, de acuerdo con la condición de cada persona, sin ser ser impaciente y logrando equilibrar la actividad física con alimentación adecuada e hidratación.
Errores comunes al reiniciar el ejercicio
- Querer recuperar rápidamente el nivel previo.
- Aumentar bruscamente la intensidad y duración del ejercicio.
- No calentar ni enfriar adecuadamente.
- No respetar los días de recuperación, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Factores individuales a considerar
- Edad y condición de salud, especialmente cardiovascular.
- Condición física en cuanto a fuerza, resistencia, flexibilidad.
- Historial de lesiones previas.
Estrategia recomendada
- Empezar con baja intensidade incrementar gradualmente la duración y carga.
- Realizar un calentamiento y enfriamiento adecuados.
- Incluir ejercicios básicos de fuerza y flexibilidad para prevenir lesiones.
Para quienes hacen ejercicio sólo los fines de semana
- Agregar ejercicios cortos durante la semana para mantener el cuerpo activo.
- Realizar un calentamiento más prolongado los sábados y domingos.
- Variar las actividades para no sobrecargar los mismos grupos musculares.
Ejercicios para un reinicio progresivo
- Ejercicios aeróbicos suaves: caminar, bicicleta estática, natación.
- Movilidad articular y estiramientos dinámicos para preparar el cuerpo.
- Incorporar ejercicios básicos de fuerza como sentadillas y planchas.
Señales de alerta
- Dolor persistente que no mejora con reposo.
- Fatiga extrema
- Alteraciones del sueño.
- Irritabilidad.
- Aumento en la frecuencia cardíaca en reposo.