Del cuidado de la salud

Las bajas temperaturas aumentan la posibilidad de co-infecciones simultáneas con virus respiratorias

 

 

 

 

 

 

Los infectólogos señalan que el aumento en las infecciones respiratorias durante los meses con bajas temperaturas se debe a:

Virus más estables en frío

  • Algunos virus que causan enfermedades respiratorias, como el virus de la influenza y el virus respiratorio sincicial, son más estables en ambientes fríos y secos. Estas condiciones ayudan a los virus a sobrevivir y transmitirse más fácilmente de persona a persona.

Menor humedad

  • El aire frío suele ser más seco, y la baja humedad puede secar las mucosas nasales, lo que disminuye la capacidad de las vías respiratorias para atrapar y eliminar virus y bacterias.

Menor circulación de aire en interiores

  • En invierno, las personas tienden a pasar más tiempo en interiores con las ventanas cerradas para mantener el calor. Esto reduce la ventilación y aumenta la concentración de patógenos en el aire, lo que facilita la transmisión de enfermedades respiratorias.

Menos luz solar y vitamina D

  • Durante los meses más fríos, hay menos luz solar, lo que puede llevar a niveles más bajos de vitamina D en algunas personas. La vitamina D es importante para una función inmune óptima, y su deficiencia podría estar asociada con un aumento del riesgo de infecciones respiratorias.
Riesgo de co-infecciones

Los especialistas advierten que con el avance de la estación invernal, al aumentar la circulación de los diferentes virus se hace presente el riesgo de una co-infección simultánea de tres virus respiratorios, como la ocurrida en 2022, en los EE.UU., donde un elevado número de personas se contagiaron a la vez con el virus respiratorio sincicial (VRS), la gripe (influenza) y una variante del Covid-19, causando muertes y un gran impacto en los sistemas hospitalarios.

Destacan que en Chile, precisamente son estos virus respiratorios, Covid-19, Influenza y VRS, los más frecuentes y preocupantes.

Grupos de Riesgo

Ponen énfasis en adoptar medidas de prevención como el uso de mascarillas, lavado frecuente de manos, evitar aglomeraciones y mantener buena ventilación en espacios cerrados, especialmente con referencia a recién nacidos, embarazadas, adultos mayores y personas con condiciones más susceptibles a infecciones severas.

FLiRT: nueva variante de Covid-19

En este escenario, los investigadores advierten de la aparición en el hemisferio norte de una nueva variante de Covid-19 denominada FLiRT que se ha vuelto dominante en los Estados Unidos, ante el cual las vacunas existentes estarían resultando ser menos eficaces.

Sintomatología

La amplia gama de síntomas de la variante FLiRT son similares a los de la variante Omicron que incluyen dolor de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos, fatiga, tos, secreción nasal, fiebre, dificultad para respirar y en algunos casos, una inestabilidad estomacal que puede incluir náuseas, vómitos e incluso diarrea.

Preocupación por la Inmunidad Decreciente

Los investigadores muestran una marcada preocupación por la natural disminución de la inmunidad proporcionada por las vacunas anteriores y el escaso interés demostrado por la población por inocularse contra las enfermedades respiratorias ante las nuevas olas de infección.

Recomendaciones de Salud Pública

Las autoridades de salud están recomendando mantenerse al día con las vacunas, seguir usando máscaras en áreas concurridas y poco ventiladas, y aislarse en caso de síntomas.

Salud y actividad física en mujeres de mediana edad

  • Investigadores destacan la importancia de la actividad física en mujeres en etapa de adultez para mantener un estado saludable en el largo plazo, independientemente de la edad de inicio.

Datos recopilados sobre actividad física, durante quince años, en una muestra de 11.000 mujeres, muestra que tanto continuar haciendo ejercicios en forma moderada, como comenzar a practicarlos entre los 40 y 50 años, tiene directa relación con una mejor salud física posterior, que incluyen mayor movilidad y autonomía.

Salud física a largo plazo

La investigación muestra que cumplir consistentemente con las recomendaciones de actividad física durante la mediana edad está asociado con un mayor bienestar físico en etapas posteriores de la vida.

Comenzar a los 50

Aunque empezar antes puede tener beneficios a largo plazo, también comenzar a ejercitarse a una edad más avanzada sigue siendo beneficioso para la salud.

Tanto las mujeres que mantuvieron una actividad física constante a lo largo de los años, como las que sólo comenzaron a hacer ejercicio a los 55 años, mostraron una mejor puntuación de salud física en comparación con aquellas que no cumplieron con las recomendaciones de actividad física.

150 minutos semanales

Al igual que otras investigaciones sobre la conveniencia de hacer ejercicios en forma permanente, el estudio subraya la importancia de realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada a intensa, así como la reducción del tiempo sedentario y la inclusión de ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana.

Progresión gradual

Se enfatiza como de la mayor importancia, conocer la condición física individual en que se está antes de iniciar un progreso gradual de ejercicios que pueden abarcar una variedad de actividades como caminar, andar en bicicleta, nadar y hacer deportes sin impacto.

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