Del trabajo presencial y remoto
No interactuar ni conocer a los compañeros de trabajo puede perjudicar la salud mental
- Disminución del sentimiento de pertenencia, menor comprensión de la cultura laboral y un cambio en el proceso de compromiso con el trabajo son algunos de los efectos. La labor de las jefaturas es esencial.
Entrar a un nuevo trabajo y no conocer de manera presencial a los compañeros de oficina ni a la jefatura y la limitación de espacios para conexiones interpersonales en formato presencial, puede afectar el aprendizaje de la cultura organizacional, de manera que los nuevos colaboradores tarden más en entender algunas claves acerca de cómo abordar las relaciones interpersonales de la oficina.
Normalmente, dicen los expertos, en formato presencial se establecía una conexión con el equipo de trabajo, como también con otras personas, como secretarias, estafetas o guardias de seguridad.
En modalidad remota, en cambio, lo que ocurre es conectarse a las reuniones desde un lugar distante, a través de una pantalla o teléfono, donde incluso hay quienes no prenden la cámara, lo que provoca un bajo sentimiento de cohesión grupal y la incomodidad de no saber si realmente los interlocutores están allí participando de la reunión o si están prestando atención.
Desvinculación emocional
Otro aspecto que se ha resentido en las relaciones interpersonales en el trabajo es el apoyo emocional. Los sicólogos lo refieren a la relación individual que se tiene con los colegas o la jefatura cuando, por ejemplo, se tienen problemas personales que afectan en el trabajo. «Quien te presta el hombro«, dicen, «es un compañero o compañera. Esto se ha perdido con la pandemia, lo que aumenta la soledad y disminuye el sentimiento de pertenencia«, añaden.
Otro segmento de la población que podría estar afectado es el de los «trabajólicos», cuyo centro de vida es su trabajo y cuyos pilares de salud mental están montados en relación a su trabajo. “Ellos se quedaron solos«, señalan los sicólogos.
Rol de la jefatura
El rol de la jefatura para fortalecer las relaciones interpersonales va a ser clave y deberían aprovechar la desescalada de la pandemia para establecer instancias de trabajo presencial en que se encuentren todos, tener instancias para reunirse y compartir o retomar tradiciones como las reuniones festivas o la celebración de los cumpleaños.
La calidad del aire en las oficinas afecta la capacidad cognitiva
- Según investigadores de la U de Harvard la calidad del aire dentro de una oficina puede tener un impacto en la función cognitiva de los empleados, incluyendo el tiempo de respuesta y la concentración.
Los escasos estudios sobre ambientes interiores se centran en medidas como el confort térmico y la satisfacción, más que en los resultados cognitivos.
«Tenemos una gran cantidad de investigaciones sobre la exposición a la contaminación exterior, pero pasamos el 90% de nuestro tiempo en interiores«, dijo Jase Guillermo Cedeño Laurent, investigador y autor principal del artículo publicado por Enviran mental Research Letters.
La investigación siguió a 302 oficinistas de seis países durante un año, y que finalizó en marzo de 2020.
A los participantes se les pedía que hicieran pruebas cognitivas a horas programadas o cuando los sensores detectaban niveles de PM2,5 y CO2 inferiores o superiores a ciertos umbrales.
Los resultados mostraron que un aumento de 10 microgramos por metro cúbico de PM2,5 provocaba una reducción de cerca de 1% en los tiempos de respuesta a ambas pruebas, y más de 1% en la precisión.
En cuanto al C02, un aumento de 500 ppm, provocó un descenso de más del 1% en los tiempos de respuesta y de más del 2% en la precisión en ambas pruebas.