Revelan cuatro causas de por qué las videoconferencias generan cansancio
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Estudio también entrega posibles soluciones
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Las reuniones a través de videoconferencias, ya sean laborales, familiares o reuniones entre amigos, se han potenciado durante la pandemia.
Verse a uno mismo constantemente y la falta de movilidad son algunas de las razones que provocan la llamada "fatiga de Zoom", según un investigador de la U. de Stanford.
La pandemia ha disparado las videoconferencias, pero pasar horas al día en esas plataformas genera mayor cansancio.
Un estudio publicado por Technology, Mind and Behaviour y realizado por la U. de Standford se refiere a este fenómeno como la "fatiga de Zoom".
Jeremy Bailenson, autor del informe, dice que su objetivo no es criticar estas herramientas, sino destacar cómo "las implementaciones actuales de las tecnologías de videoconferencia son agotadoras".
"La videoconferencia es algo bueno para la comunicación a distancia, pero hay que pensar en el medio: que se pueda utilizar el video no significa que haya que hacerlo", afirma.
El primero de los problemas es que, tanto la cantidad de contacto visual que se mantiene en las videoconferencias, como el tamaño de las caras en las pantallas "es antinatural" y muy intenso. En una reunión normal, los asistentes miran al orador, a otra parte o toman notas, pero en una videconferencia todos miran a todos constantemente.
Además, dependiendo del tamaño del monitor, las caras pueden parecer demasiado grandes, un tamaño que simula un espacio personal que se experimenta cuando se está con alguien íntimamente. "Cuando la cara de alguien está tan cerca, nuestro cerebro lo interpreta como una situación intensa que va a llevar al apareamiento o al conflicto", por lo que al pasar muchas horas en videoconferencias se está en un estado de hiperactividad".
Una solución es quitar la opción de pantalla completa, reducir el tamaño de la ventana con respecto al monitor y usar un teclado externo para permitir aumentar el espacio personal.
El segundo problema es verse a uno mismo de forma constante, algo que "no es natural". El autor cita estudios que demuestran que cuando uno ve un reflejo de sí mismo, es más crítico consigo mismo. Por ello, recomienda que las plataformas cambien la práctica por defecto y, mientras, sugiere emplear el botón de "ocultar la vista propia".
Por otro lado, las videoconferencias "reducen drásticamente" nuestra movilidad habitual: la mayoría de las cámaras tienen un campo de visión determinado, lo que significa que una persona tiene que permanecer generalmente en el mismo sitio.
Bailenson recuerda que "cada vez son más las investigaciones que afirman que cuando las personas se mueven, tienen un mejor rendimiento cognitivo".
Por último, señala que mientras en la interacción cara a cara la comunicación no verbal es "bastante natural", a través computador hay que esforzarse más para enviar y recibir señales.
En ese caso, el experto considera que durante los tramos largos de las reuniones se puede hacer una pausa de "solo audio".
FUENTE: El Mercurio
Fecha: 28-02-2021