Se dijo sobre salud y pandemia esta semana
Ante alza de otros males respiratorios llaman a no auto medicarse
- Recomiendan descartar covid-19 y tratarse con especialistas.
Monserrat Miranda pensó que se había contagiado de covid-19. Tenía dolor de garganta, mucha secreción nasal y sensación febril sin que el termómetro marcara fiebre.
Tiene dos dosis de vacuna y fue a hacerse un PCR, pero salió negativo, así que decidió tratarse en la casa sin ir al médico. Dice que su hermana y su cuñado mostraron los mismos síntomas y el test tampoco arrojó coronavirus.
Los especialistas advierten que, ya sea por alergia o por algún virus, los pacientes dejan de preocuparse cuando se descarta el covid-19 y se automedican con paracetamol y jarabes para la tos en caso de ser necesario.
Confirman que en estos días ha habido un aumento de consultas respiratoriasde tipo asmáticos y alérgicos que no estaban llegando a los recintos de salud y que este año hubo el doble de casos de virus sincicial que en 2020 fue prácticamente nulo.
Alertan que para los niños los casos de virus respiratorios son más severo que el covid-19 y que se requiere un diagnóstico preciso y hacen hincapié en que ante cualquier síntoma notorio es necesario consultar a un especialista y no automedicarse.
El último informe de circulación de virus respiratorios del Instituto de Salud Pública publicado el 9 de noviembre, indica que el 29,4% de los casos analizados para virus respiratorios resultó positivo: 216 para virus sincicial, 110 parainfluenza, 12 adenovirus y 1 metapneumovirus, cifras levemente superiores al 27,4% de confirmados la semana anterior.
Retomar los controles e informarse es clave para enfrentar la diabetes
- La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por tener los niveles de azúcar en la sangre por sobre los valores normales y si ese exceso de glucosa persiste por mucho tiempo, puede generar daño en algunos tejidos, ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
En el contexto del Día Mundial de la Diabetes, la Sociedad Chilena de Diabetología (Sochidiab) hace un llamado a las personas a volver a asistir a sus chequeos médicos y continuar tratamientos que se vieron interrumpidos por la pandemia y las cuarentenas.
Si bien existen varios tipos de diabetes, la más común es la Mellitus tipo 2, que está ligada a un componente genético y se ve afectada por el estilo de vida, como la alimentación, el sobrepeso o el sedentarismo.
Este tipo representa al 90% de la población con diabetes y se puede prevenir o retrasar su aparición con una alimentación sana, manteniendo un peso adecuado, realizando actividad física y evitando el consumo de tabaco, entre otros factores.
Es fundamental tomar conciencia y educarse sobre esta patología, que muchas veces es silenciosa y no presenta síntomas evidentes, pero que si no detectada puede tener consecuencias nefastas para la salud.
Además, es una condición que aumenta el riesgo de padecer un cuadro grave en caso de contraer covid-19.
Los expertos precisan que, en rigor, la diabetes no se puede curar, pero sí lograr su remisión siempre que se mantenga bajo control.
Dormir lo suficiente es imperativo para la salud, pero pocos siguen esta prescripción médica
Uno de los factores que más ha afectado la pandemia es el sueño. No solo por el estrés de una crisis sanitaria que no termina, sino por el cambio obligado de las rutinas que, en muchos casos, disminuyó o desordenó las horas de descanso. Pero aunque la pandemia no haya terminado, es urgente volver a ordenar el dormir porque un buen descanso significa mucho más que funcionar sin sueño.
Dedicar las horas necesarias al sueño ayuda al sistema inmune y la salud cardiovascular, pero también a controlar el peso y resguardar la memoria, entre otros. Pero pese a esos enormes beneficios, no todos le dan suficiente valor. El contexto social sería una de las razones.
«El sueño es un estado biológico no transable necesario para el mantenimiento de la vida humana. Está asociado con comportamientos, pero en sí no es una acción voluntaria», aseguran científicos de la Universidad de Arizona, EE.UU., en un especial que la revista Science dedicó al dormir.
Implica procesos fisiológicos, pero es más que una amalgama de ellos. «Es un aspecto fundamental de nuestra biología; la necesidad de dormir es análoga a la de aire, comida y agua».
Durante el sueño que las redes neuronales trabajan en la memoria, además, dicha actividad desencadena procesos antiinflamatorios potenciando el sistema inmune y la salud cardiovascular, y elimina la «basura» de las neuronas al no estar bajo estrés. Cuando no se duerme lo suficiente, entre 7 y 8 horas en promedio para los adultos, esas conexiones fallan.
La calidad de sueño es crucial, pero cuando se toman medicamentos para inducir el sueño, no se logra dormir profundamente por ello no es recomendable automedicarse porque se cree que se está durmiendo bien, pero no es verdad.
Los especialistas señalan que lo que ha pasado en pandemia es que los cambios han sido muy rápidos creando una condición aguda de disrupciones que dificultan lograr una higiene del sueño. Advierten que el sueño no se recupera, por lo que recomiendan limitar la actividad social nocturna, hasta una hora que permita al día siguiente es levantarse a la misma hora de siempre y agregan que dormir más el fin de semana para compensar no sirve y solo ayuda a que el reloj biológico se eche a perder aún más.