Se dijo del royalty esta semana

Gremios mineros amplían cuestionamientos al royalty y advierten impacto en competitividad de la industria local

  • Timoneles de la Sonami y el Consejo Minero entregan sus visiones sobre el proyecto. Coinciden con la postura de presidente ejecutivo de Anglo American, Duncan Wanblad.

Duncan Wanblad, presidente ejecutivo de la minera Anglo American -una de los principales actores en Chile y a nivel mundial- señaló en entrevista a un  medio capitalino que la iniciativa del Gobierno para elevar la recaudación fiscal, podría afectar la competitividad.

Sostuvo que es fundamental que el país encuentre una forma que permita elevar la recaudación en el largo plazo para hacer frente a las mayores demandas de la sociedad, pero sin perder competitividad y oportunidades de crecimiento para Chile, «que es algo que el proyecto actual de royalty pone en riesgo«.

La Sonami y el Consejo Minero coinciden en varios temas respecto a las modificaciones que presentó el Gobierno a la iniciativa para aumentar la carga tributaria.

La principal preocupación es que las tasas efectivas que se aplicarían a las empresas afectarían al país como destino de inversiones.

Jorge Riesco, presidente de Sonami

«No estamos en contra de que haya contribuciones mayores, sabemos perfectamente que el Gobierno necesita recursos para cumplir su programa. Hay que zanjar los temas rápidamente, pero que se haga bien»

Respecto al ad valorem, es algo objetivamente inconveniente,  pero ahí se ha impuesto una consideración ideológica».

-¿Qué les parece la nueva propuesta del Gobierno en materia de royalty?

«Fuimos muy escuchados, no hay nada que decir; hubo un trabajo prelegislativo consistente, que dio la oportunidad de hacer todas las observaciones y reparos que teníamos de la normativa; reconocemos que varias de esas observaciones se tomaron en cuenta, lo que no es un mérito nuestro, sino que era realmente necesario hacer esas correcciones, y eso habla bien del equipo económico en cuanto es capaz de analizar y reconocer algo que está mal».

-¿Qué opinan de que se mantenga un cobro sobre las ventas?

«Respecto al ad valorem, creemos que es algo objetivamente inconveniente. Ahí se ha impuesto una consideración ideológica, el Gobierno tenía la intención de imponerlo porque en otros lados existe y es algo que ideológicamente se quiere instaurar, no hay más explicación. Vamos a mantener una visión contraria, pero entendemos que técnicamente es una decisión difícil de poder superar. Si no se podía eliminar, al menos que fuese lo menor posible; en la agenda proinversión se planteó una excepción de cinco años del ad valorem, por lo que se reconoce que es bastante negativo, ojala se mantenga esa excepción».

-¿Comparten las estimaciones respecto a la carga tributaria efectiva?

«Hemos insistido mucho en que hay otro componente que grava los márgenes, y que se disparó, considerando que está el ad valorem fijo en un 1 % y que no hay normas de que este royalty reemplace al IEM vigente, por lo que si se suman los dos, llegamos a una carga excesiva desde el punto de vista tributario. Para nosotros es fundamental que la carga tributaria se mantenga en un nivel que no deje al país fuera de competencia respecto a otros destinos de inversiones mineras, eso es muy importante».

«Pero aparentemente tenemos números distintos, los primeros cálculos nuestros apuntan a que los porcentajes superan el 50% y el Gobierno está hablando de menos que eso, por lo que me extraña; debe haber una fórmula distinta de cálculo que genera esa diferencia, y como esto tendrá que ser objeto de una regulación, nos gustaría saber cómo se va a aplicar, para que lleguemos a los mismos resultados. Creemos que quedaríamos más arriba de lo que estima el Gobierno, que además habla de promedios, pero nosotros pensamos que la situación de cada empresa es distinta, por lo que incluso podemos llegar a cifras aun superiores».

-¿Qué efectos tiene que se mantenga la incertidumbre en torno a la situación tributaria del sector?

«Aquí hay que zanjar los temas rápidamente, pero que se haga bien. Hemos visto en la autoridad económica una recepción de los argumentos, un entendimiento, por lo que desearíamos que ese entendimiento se traspasara a las normas y quedemos todos convencidos de eso».

«Ese traslado depende de otras cosas y no está en manos de la autoridad económica, sino que hay que convencer a otros funcionarios de gobierno, o en el Congreso, pero pongámonos de acuerdo, nuestra labor es representar las dificultades y errores que puede haber en

esto. El ministro Mario Marcel entiende perfectamente el tema; no vamos a discutir los conocimientos y la experiencia que tiene, y tenemos pleno entendimiento de nuestros argumentos, otra cosa es que los acepten, los diagnósticos son compartidos, la duda es que los cálculos nuestros no coinciden; hubiese sido ideal haber llegado con cifras homologadas. Este es un tema importante, si nos equivocamos, podemos terminar con una tasa mucho más alta de la que pensamos».

-¿En qué niveles de tasa efectiva se hubiesen sentido cómodos?

«El límite máximo que hemos visto es de 42% a 43°/o y son países directamente competidores, como Australia o Perú, por lo que es bastante superar eso. Cuando un inversionista piensa en cuánto quiere un país participar de su negocio, en cuánto quiere ser socio, creo que es un porcentaje muy alto el que se está pidiendo; si en otro lado están pidiendo menos, se van a ir a otro lado, es así de simple».

«Si a esto sumamos ciertas desventajas que estamos acumulando, como es el tema de la permisología, la seguridad, más la incertidumbre de que no tengamos una buena y rápida discusión tributaria y constitucional, vamos a perder otro año entero de materializar proyectos».

Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero

«Es increíble ver cómo en el mundo desarrollado se impulsan medidas para fomentar la minería; lo que se denomina los minerales críticos para la transición energética está teniendo lugar.

El mundo va en dirección distinta a la discusión que hay en Chile respecto a la actividad minera, en cómo tener más minería para enfrentar el cambio climático y en cómo ser más eficiente en el otorgamiento de permisos, mejorar la relación con las comunidades, mayor diversidad. Cómo facilitar esta conversación sobre los desafíos del sector’‘, indica Villarino.

-¿ Ven un avance en los cambios que fueron introducidos en el proyecto por parte del Ejecutivo?

«Ratificamos lo que hemos dicho desde el inicio, la disposición del sector minero para incrementar la contribución tributaria. Estamos conscientes de que hay que ir a satisfacer necesidades sociales impostergables, y el sector minero está dispuesto para tener un incremento en la carga tributaria. Lo que hicimos ver es que es indispensable que ese aumento de carga tributaria no sacrifique la competitividad de la industria, y que la estructura fuese diametralmente distinta a la del proyecto original.

«Durante estos meses de trabajo, nuestros equipos técnicos y los de Hacienda logramos que nos escucharan respecto a la estructura, les demostramos que no era correcta y que iba a desincentivar dramáticamente la inversión y afectaba a los yacimientos de mayores costos, sacrificando parte importante de la cartera por desarrollarse, por lo que hay que reconocer que la nueva estructura es mejor que lo que había. Es cierto que se conserva el ad valorem, que es algo nuevo y que hemos dicho que es regresivo, porque afecta a las compañías de mayores costos, pero quedó en una fórmula de 1 % que no se cobra cuando las compañías no tienen resultados positivos, lo que aminora el efecto negativo que adjudicamos a este componente.

«Respecto al impuesto específico, conservó su estructura, permitiendo descontar la depreciación, lo que no estaba en el proyecto anterior, y es muy bueno, porque va en la línea correcta y lo vincula con margen operacional y no con el precio, estos son elementos rescatables».

¿Qué efectos ven con la propuesta del Gobierno?

«Hay que ser transparentes, el Gobierno quiere elevar la carga tributaria de la minería en 10 puntos, lo que nos dejará con una tasa efectiva cercana a 49%. Es bueno que lo digan y que el Parlamento lo sepa, y que eso está fuera de competitividad. Políticamente, pueden tener sus razones para tomar esa decisión, pero lo que no es correcto es que se tome esa decisión pensando que tendremos una carga de 40%.

«Esto tendrá un impacto en el desarrollo de la industria minera con los correspondientes impactos en recaudación y la postergación de la satisfacción de las necesidades sociales del país. La idea es agrandar la torta como una medida muy importante para incrementar la recaudación».

-¿A qué atribuyen las diferencias respecto a las cifras que presentó el Ejecutivo en cuanto a la carga tributaria efectiva?

«Le hicimos ver de manera sistemática al Gobierno que los cálculos que están haciendo no conversan con ningún estudio técnico hecho el último tiempo, que demuestran que la carga hoy es de 39%, lo dice incluso el FMI. Entonces, si se parte desde una base errónea, como decir que la carga de Chile es de 33%, cuando no hay estudios independientes en el último tiempo, subir 10 puntos se puede llegar al 40%, porque parten de una base errada. Por ejemplo, cuando se compara con Perú, se incorpora dentro de la carga peruana la participación de los trabajadores en las utilidades, lo que no es tributo en ninguna parte, si se quiere comparar con este elemento, se debiera incorporar en el análisis lo que se paga por bonos de productividad, o gratificaciones, lo que no se hace. Las bases del ministerio son distintas, y no conversan con ninguno de los estudios independientes y académicos desarrollados en el último tiempo».

-¿Quedaban más conformes con la propuesta aprobada en el Senado a comienzos de año?

«Creemos que ese proyecto tenía bastante bien resuelto el tema de la competitividad de la industria, con una carga tributaria de cuatro puntos sobre la carga actual, lo que nos mantenía en competitividad, y no sacarnos de manera dramática como lo hace este proyecto. Como me dijo alguna vez el exsubsecretario Mahmud Aleuy, en el Estado existen dos velocidades, lento y muy lento. Ha sido lento el convencimiento de que era necesario modificar la estructura, supongo que será muy lento cambiar la carga tributaria, no hay que perder la paciencia y seguir trabajando para hacer ver que la carga será de 49% y nos deja fuera de competitividad».

Las cambiantes propuestas tributarias del ministro Marcel

Klaus Schmidt-Hebbel profesor titular, Universidad del Desarrollo, ex economista jefe de la OCDE

  • «Esta propuesta de reforma tributaria y de royalty minero destruye las bases del futuro desarrollo de Chile».

El 10 de octubre publiqué una columna con una evaluación económica de las propuestas de reforma tributaria y de royalty minero (PRT) del ministro Marcel, quien criticó mis estimaciones de carga tributaria en su columna del 23 de octubre.

Aquí presento nuevas estimaciones de la carga tributaria, basadas en la corrección de un error mío y en las múltiples aclaraciones y radicales modificaciones a los impuestos considerados en la PRT original del ministro, reflejadas en nuevas indicaciones e informes financieros presentados semanalmente después del 10 de octubre. Los supuestos de los cálculos del ministro son muy distintos a los míos -por ejemplo, él considera empresas extranjeras (que pagan mucho menos impuestos), mientras yo solo analizo empresas nacionales.

Considero tres personas residentes nacionales, que se diferencian en ingresos y sus fuentes, y en patrimonio. Además, incluyo a dos empresas grandes nacionales, una no minera y otra minera de cobre, cuyas utilidades se distribuyen íntegramente a sus dueños. Este supuesto es coherente con la evaluación de los proyectos de inversión, que se basa en las utilidades totales a lo largo de su vida, no sobre las utilidades distribuidas en años particulares. La empresa minera produce 400.000 toneladas métricas por año y las vende a un precio de US$ 5/lb (que es 2% inferior al máximo histórico alcanzado hace un año).

La PRT del ministro Marcel comete cuatro pecados capitales.

El primer pecado es el aumento de los impuestos a las personas de ingresos mensuales superiores a $4 millones, sin tocar al 98% de las personas que perciben ingresos menores. Así, la carga tributaria del Sr. A, que solo obtiene ingresos del trabajo por una renta imponible anual de $100 MM (millones), aumenta de 18,1% hoy a 20,6% de su renta bajo la PRT.

Segundo, la PRT desintegra completamente los impuestos pagados por las empresas de los impuestos pagados por las rentas del capital que obtienen las personas. Así, la carga tributaria por impuestos a la renta del Sr. B, que solo obtiene ingresos del capital por dividendos pagados por una empresa no minera, aumenta de 27,6% hoy a 37,1% bajo la PRT. Por ende, la discriminación que existe en el actual sistema semiintegrado -la diferencia de 9,45% de mayores impuestos que paga el Sr. B hoy en comparación con el Sr. A- se lleva al extremo bajo la PRT, a una diferencia de 16,53%.

Tercero, la PRT incluye un inédito y trasnochado impuesto a la riqueza de las personas de patrimonio medio-alto y alto -un impuesto que 9 de 12 países desarrollados han abolido. Para el Sr. B, con un patrimonio de US$ 5 MM, el impuesto al patrimonio equivale a 6,3% de su renta IGC. Para el Sr. C, con un patrimonio de US$ 240 MM, el impuesto equivale a un 9,5% de su renta IGC. (Curiosamente, el ministro Marcel sobreestimó este impuesto del Sr. C, reportando un superexpropiatorio 14,2% en su columna).

El cuarto pecado capital es cometido contra la gran minería privada chilena, que es particularmente perseguida por la propuesta de royalty. El actual impuesto específico a la actividad minera (IEAM) del cobre, que grava en 11, 7% las utilidades después del pago de dicho impuesto, es reemplazado por un royalty, basado en dos componentes. El royalty planteado por la propuesta del ministro hasta el 24 de octubre hubiese equivalido a un 116,2% de las utilidades después del pago del royalty. El 25 de octubre el ministro Marcel anunció una gran reducción en su royalty propuesto, a un monto equivalente a 37,3% de las utilidades después del pago de dicho impuesto, que aún más que triplica el actual 11,7%.

Ahora bien, ¿cuánto aumentan las cargas impositivas efectivas consolidadas (IEAM o royalty, más impuestos a renta empresas, renta personas y patrimonio) como porcentajes de las rentas imponibles actuales de los perceptores de las utilidades? Para el Sr. B, la carga tributaria aumentaría de 27,6% bajo el sistema tributario vigente a un 41,7% con la PRT. En cambio, para el Sr. C, la carga tributaria actual de 56, 1 % hubiese aumentado a un 166,2% de su renta imponible actual, debido al royalty extremo propuesto hasta el 24 de octubre. Con el menor royalty anunciado el 25 de octubre, su carga tributaria equivale «solo» a un altísimo 87,3% de su renta imponible actual.

En resumen, la PRT del ministro Marcel sigue gravando en forma desmedida los ingresos del capital y, en especial, a las utilidades de la Gran Minería del Cobre. De aprobarse, la PRT implicaría fuertes desincentivas al ahorro y a la inversión, al emprendimiento y al empleo.

Esta propuesta de reforma tributaria y de royalty minero destruye las bases del futuro desarrollo de Chile.

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