Nutrición laboral, una urgente necesidad de cambio
Durante los últimos años, nuestro país ha demostrado un importante crecimiento económico y productivo, en gran parte por el aporte del sector empresarial y el consiguiente incremento de la fuerza laboral.
Sin embargo, este esfuerzo ha significado una prolongada permanencia en los lugares de trabajo, lo que hace cada vez más relevante la calidad de la vida laboral.
Las condiciones de trabajo y el tipo de alimentación proporcionada, entre otros factores, son determinantes para la salud y calidad de vida de las personas.
Debido a esto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha considerado al lugar de trabajo como un entorno prioritario para la promoción de la salud en el siglo XXI.
¿Cómo afecta la alimentación al rendimiento laboral?
La alimentación laboral ha alcanzado cada vez mayor importancia debido a sus efectos en la calidad de vida de los trabajadores y su productividad, porque alimentación y nutrición están fuertemente ligadas al funcionamiento biológico del organismo.
Saltarse una comida, especialmente el desayuno o el almuerzo, genera hipoglicemia. Esto es una disminución de la concentración de azúcar en la sangre, lo que reduce el período de atención y ralentiza la velocidad con la que se procesa información.
En personas con deficiencia de hierro, se registra un deterioro en la capacidad física y el desempeño en el trabajo de hasta el 30%, el que se agrega a la aparición de debilidad, flojera y falta de coordinación.
Un trabajador obeso, con un exceso de nutrientes críticos en su alimentación, tiene el doble de probabilidades de ausentismo que una persona con un estado nutricional normal.
La alimentación en la minería
El sector de la minería, que se ha consolidado como una de las principales actividades económicas del país, con una clara proyección y crecimiento a futuro, es representativo del impacto de la alimentación en el desempeño de los trabajadores. Ya que se caracteriza por ser una actividad hostil, con extensas jornadas laborales, condiciones ambientales extremas y lejanía del núcleo familiar y social, lo que genera estrés y ansiedad.
Antiguamente, el trabajador minero era reconocido por el alto esfuerzo físico al que estaba expuesto, lo que aumentaba sus demandas energéticas, por lo que se les entregaba una alimentación con un aporte calórico superior. Tendencia que se mantiene en la actualidad.
La alimentación del minero durante su jornada laboral es hipercalórica: alta en grasas, azúcares y sodio, indicadores que se reiteran en las colaciones de media mañana, que tiene similares características.
Sin embargo, la automatización de los procesos en minería ha disminuido el gasto calórico, por lo que su requerimiento nutricional es menor. Esto no se ha traducido en una readecuación de la cantidad y calidad nutricional de su alimentación, lo que ha fomentado el aumento de peso y desarrollo de enfermedades crónicas no trasmisibles relacionadas.
Por otra parte, si consideramos que a la altura donde generalmente se desarrollan las faenas se contraindican condiciones como presión arterial, obesidad mórbida u otras, se está arriesgando la situación laboral y de salud de los trabajadores.
¿Por qué un trabajador sano beneficia a la empresa?
Para cualquier empresa, su capital más importante son las personas que la conforman. Cuando el trabajador está sano:
- Es más eficiente
- Está alerta y pleno de energía
- Disminuye el riesgo de sufrir accidentes
- Maneja mejor las situaciones de estrés
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en funcionarios o trabajadores puede incrementar los niveles de productividad en un 20%.
Una empresa saludable y responsable es aquella que protege a sus trabajadores frente a todos los riesgos de la actividad laboral, alentando un sentido de autoestima y control sobre el ambiente de trabajo.
FUENTE; INSTITUTO DE NUTRICIÓN Y TECNOLOGÍA DE LOS ALIMENTOS DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE (INTA)