La minería en Chile: ¡Sursum corda!
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Aunque el precio del cobre actualmente no nos entusiasme, ¡sursum corda! (¡arriba los corazones!), que todas las señales apuntan alto: Chuqui y Los Bronces subterráneas, energía limpia más barata y el mayor uso de tecnología, son algunas de ellas. Es cierto, el precio nos da la "temperatura" del momento, pero es preciso mirar más allá.
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¿Por qué estar optimistas? Junto con otras señales, todas las predicciones coinciden en estimar un precio de largo plazo superior a los tres dólares; nada mal para los niveles de costos nacionales.
Aunque el impacto del cobre en la economía nacional no llega a los niveles de importancia del siglo pasado tanto en el presupuesto de la nación como en la balanza comercial de nuestro país, su precio sigue siendo el "economista" más certero de Chile y nunca se equivoca en sus predicciones. Mayor precio del cobre trae aparejado mayor crecimiento; nos enfrentamos a un menor precio y de inmediato bajan las expectativas de la economía chilena.
Es cosa de comparar el primer semestre del año 2018 con un precio promedio de 314 centavos US$ contra los 280 centavos US$ de este año, y contrastarlo con el panorama económico vigente en ambos períodos para verificar la validez de la capacidad predictiva del precio del cobre sobre la "temperatura" de los negocios en Chile.
Cada día, el país mira con preocupación los tira y afloja entre las dos potencias, Estados Unidos y China, encomendándose a todos los santos para que este "gallito" termine y el precio del cobre pueda recuperarse. Para quienes gustan de mirar el vaso medio lleno, les decimos que todas las predicciones de los bancos de inversión, analistas mineros y compañías coinciden en estimar un precio de largo plazo superior a los tres dólares; nada mal para los niveles de costos nacionales.
Pero no todo puede ser observar lo que ocurre con este indicador tan volátil, y por ello queremos comentar algunas noticias relevantes para la minería chilena. Ellas nos hacen estar muy optimistas acerca del futuro del cobre en nuestro país.
En primer lugar, está la próxima inauguración de Chuqui Subterránea y el inicio del largo período de puesta en marcha o ramp up, un proyecto de transformación de rajo a explotación subterránea, que por su tamaño y por haberse desarrollado en una etapa no tiene precedentes en la minería mundial.
Una vez que llegue a su producción de régimen, la mina alcanzará una productividad casi un 50% superior a la actual, con 61 ton de fino por persona, y además Chuquicamata podrá seguir entregando su riqueza mineral por cuarenta años más.
Un gran logro para el Estado de Chile y los distintos gobiernos que de diversas maneras mostraron su compromiso con el proyecto, y especialmente para la gente de Codelco, que por tantos años ha apostado a esta impactante transformación productiva.
Más tecnología
Un segundo aspecto que queremos destacar se refleja en la aplicación creciente de tecnología de punta que está experimentando el sector minero, lo que indudablemente es un imán para atraer talento y conocimientos, y al mismo tiempo, prepara al país para pasar desde una matriz productiva basada en los recursos naturales a otra con industrias de alto valor agregado, que se apoya en la economía del conocimiento.
Son múltiples las aplicaciones en marcha, desde la localización de nuevos yacimientos mineros empleando big data, microsismicidad y drenes hasta diseñar nuevas minas empleando inteligencia artificial, robótica, automatización, control de procesos, sensores y otras herramientas tecnológicas.
A tal punto ha permeado esta transformación que una investigación del Dr. Kash Sirinanda (https://bit.ly/2KQ9wpg) muestra la gran cantidad de tecnologías y aplicaciones que han dado origen a una verdadera explosión de emprendimientos o start ups, en la que Chile tiene un importante lugar {ver figura), incluyendo a Santiago como la ciudad con mayor concentración de este tipo de empresas.
Por supuesto, ello debe provocar un cambio significativo en una actividad tan conservadora en el uso de tecnología y procesos, gatillado también por el altísimo costo de falla y el proceso continuo que la caracteriza. En ese sentido, celebramos que las dos divisiones con minas subterráneas de Codelco, Andina y El Teniente, sean dirigidas por ingenieros chilenos menores de cuarenta años, mostrando que se cuenta con equipos de recambio, tanto o más capaces que los que han dirigido la compañía en el pasado.
Otra transformación mayor en ciernes la constituye el proyecto de Anglo American en su mina Los Bronces, en las cercanías de Santiago, orientado a desarrollar una minería subterránea sin efecto en superficie, sistema que aunque conocido en otros países no ha sido aplicado en Chile, tratando de esta manera de abordar el desafío de conciliar minería y medio ambiente.
Y la tercera noticia tiene que ver con la energía eléctrica, un insumo clave para la actividad minera, la cual aparecía hace un tiempo atrás como la principal amenaza -por su alto costo- especialmente frente a su precio en otros países productores de cobre. Sin embargo, al cabo de pocos años la situación se ve radicalmente distinta, tal como se explica en el segundo tema de esta página.
Entonces, iniciamos con mucho optimismo este nuevo curso sobre Emprendimiento en Minería de Clase Ejecutiva UC, al que están cordialmente invitados, para discutir sobre las características del ecosistema minero, las oportunidades que abre y los obstáculos que se deben vencer para desarrollar exitosamente innovaciones y nuevos negocios.
Y aunque el precio del cobre actualmente no nos entusiasme, sursum corda -arriba los corazones-, que todas las señales apuntan alto. La minería seguirá siendo el pilar en que se apoya el país para avanzar en su camino al desarrollo.
Las energías renovables … ¿no convencionales?
Las energías renovables están permitiendo a las empresas mineras chilenas descarbonizar sus contratos de suministro eléctrico, posibilitando la producción de "cobre verde" o bajo en emisiones.
Hace solo cuatro años, cuando hicimos el Roadmap Tecnológico de la Minería Chilena, uno de los principales desafíos de nuestra actividad eran los costos de la energía eléctrica: de los más altos de Sudamérica y los más altos entre los principales países mineros del mundo.
Por otro lado, la situación de la minería chilena hacía predecir ya entonces que el consumo eléctrico casi se duplicaría en 10 años, pasando de 21,9 TWh en 2014 hasta casi 40 TWh en 2025, debido a la intensificación del proceso de concentración de minerales, menores leyes de cobre y mayores durezas del mineral, y también un incremento sustantivo en el consumo de agua de mar desalada y bombeada hasta las faenas.
Esta conjunción de factores, por lo tanto, pintaba entonces un panorama oscuro para la competitividad de la minería chilena: altos costos y consumos unitarios fuertemente crecientes.
Las energías renovables no convencionales, particularmente la solar y la eólica, irrumpieron en el mercado chileno, especialmente a partir de la licitación de energías para distribuidoras de agosto de 2016. Y sus precios, que en promedio superaban los US$ 120 por MWh, hoy marcan una baja sustantiva fruto de la disrupción que experimenta la industria eléctrica y su tránsito a las renovables.
Pero además de la situación de precios, las energías renovables están permitiendo a las mineras chilenas descarbonizar sus contratos de suministro eléctrico, posibilitando la producción de "cobre verde" o bajo en emisiones, en consonancia con la tendencia mundial que impone cada vez mayores estándares en relación con el cambio climático.
Sumemos a lo anterior que las nuevas tecnologías, que son la base de la descarbonización mundial, esto es, la generación renovable y la electromovilidad, son intensivas en el uso de cobre, además de litio y otros minerales que nuestro país dispone en abundancia.
Por último, hemos finalmente constatado que el desierto de Atacama cuenta con las mayores radiaciones solares del mundo, y, por lo tanto, presenta condiciones inmejorables para la producción de energía limpia.
La interface entre la minería y la energía renovable, especialmente la solar, es por lo tanto un espacio gigantesco que se abre a la innovación y al desarrollo tecnológico. Son múltiples las variables que hay que resolver en ese espacio, y grandes las ganancias de costos y de mercado que esta interface ofrece a la minería chilena.
Por eso en la Corporación Alta Ley hemos revisado el roadmap de 2015 y hemos incluido un nuevo núcleo de minería verde. Y por ello también celebramos y deseamos mucho éxito para la licitación del Instituto de Tecnologías Limpias de Corfo, que se establecerá en Antofagasta a partir de 2020, y que se dedicará fuertemente al desarrollo de innovación, tecnología, emprendimiento y capacidades humanas precisamente en ese espacio.
Desde nuestros desafíos, la minería tiene la oportunidad de contribuir fuertemente a convertir a Chile no solo en líder minero, sino también en el conocimiento y generación de energías renovables que dejarán, de la mano de nuestra principal actividad económica, de ser "no convencionales".