Fatiga laboral al volante: detectarla, asumirla y enfrentarla

  • En trabajos como la minería, la fatiga en la conducción puede traer aparejadas graves consecuencias para la seguridad, la salud e incluso la vida de quienes la sufren.

La fatiga es resultado de una carga de trabajo generada en el cuerpo por movimientos, posturas, fuerzas; y -principalmente- por el esfuerzo mental de comprensión, razonamiento, solución de problemas, concentración y memoria que exige conducir durante la jornada laboral.

Protección legal

El Código del Trabajo en el artículo 184, dispone que «el empleador estará obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores, manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las faenas, como también los implementos necesarios para prevenir accidentes y enfermedades profesionales«.

Cumplir a cabalidad esta disposición respecto a la conducción de vehículos evitaría  muchos accidentes se desencadenan producto del cansancio y la fatiga al volante.

Quienes conducen buses o camiones deben poner especial atención a los síntomas que delatan agotamiento.

Los desplazamientos en buses de transporte, la conducción de grandes camiones por carretera e, incluso, el manejo de grandes camiones en las faenas mineras pueden generar fatiga.

Síntomas de agotamiento

La principal dificultad de la fatiga y su manifestación en los choferes que no han tenido un descanso adecuado es que en forma inconsciente tienden a subestimar el cansancio.

Habitualmente, tras una primera fase de «alarma» que avisa de la necesidad de descansar, el conductor muestra una «resistencia» que se caracteriza por una aparente recuperación de la energía, una mayor actividad y una mejora del rendimiento.

Se trata de una «falsa sensación» de confianza y valentía, porque el organismo cansado puede fallar en cualquier momento, exponiendo a accidentes cuyas consecuencias pueden terminar de manera fatal.

Signos de alerta

Los efectos de la fatiga son especialmente importantes durante las últimas horas de conducción de la jornada laboral.

  • Si se conduce de noche, es recomendable prestar especial atención a la franja horaria de 3:00 a 6:00 horas, pues en ese período suele aparecer la combinación fatiga-sueño.
  • Durante las horas diurnas, la aparición de la fatiga se produce con mayor frecuencia entre las 14:00 y las 16:00 horas.

El trabajador no debe seguir conduciendo si empieza a tener:

  • movimientos lentos o torpes,
  • bostezos frecuentes,
  • visión borrosa o doble,
  • dificultad para concentrarse o permanecer alerta,
  • sorpresa ante acontecimientos habituales del tránsito,
  • dificultad para recordar cómo ha llegado a la localización actual,
  • dificultad para mantener una trayectoria recta,
  • invasiones de la calzada contraria; o
  • conducir por el centro de la carretera.
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