El uso de mascarillas puede ayudar a generar inmunidad al coronavirus

  • Reduce la carga viral a la que se expone el usuario.

  • Se ha visto que donde el uso de la mascarilla es generalizado en la población hay menos mortalidad.

  • Además de prevenir el contagio, en caso de enfermar, se asocia a cuadros menos graves.

Junto con ayudar a prevenir el riesgo de infección por SARS-CoV-2, el uso de mascarillas durante la actual pandemia po¬dría tener un efecto similar al de una vacuna, según una investigación que se lleva a cabo en EE.UU. Científicos de la U. de California en San Francisco plantean que estos dispositivos pueden atenuar la gravedad de la enfermedad asociada al covid-19 y también contribuir a desarrollar inmunidad en la población.

La explicación radicaría en que la carga viral a la que se expone una persona que usa mascarilla sería mucho menor, pero lo suficiente para que el sistema inmune comience a operar y generar anticuerpos. Es decir, aumentaría el porcentaje de infecciones asintomáticas.

Así lo sugiere la doctora Monica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la universidad y quien lidera algunos estudios para verificar esta tesis. En un contexto de uso generalizado, "creemos que las mascarillas pueden ser un control intermedio de la epidemia, una especie de 'puente', a la espera de una vacuna", dijo a AFP, a propósito de la publicación de un artículo sobre el tema que escribió para la revista New England Journal of Medicine.

Para el doctor Sebastián Ligarte, jefe de la Unidad de Paciente Crítico de la Clínica lndisa, esto viene a reforzar la importancia del uso de la mascarilla. Y, aunque "es una hipótesis y aún falta evidencia científica que respalde estos beneficios, hay varios factores y experiencias que apuntan hacia ello", agrega.

Por ejemplo, Ugarte cita un estudio realizado con hámsters: "Se vio que si estaban expuestos a una mayor carga viral, ha¬cían una enfermedad más grave e incluso el daño en los órganos era mayor''.

Para este trabajo, hecho en Hong Kong, los investigadores colocaron el equivalente a una mascarilla entre dos jaulas que separaban a hámsters sanos de otros infectados. Se observó que "con mascarilla", los roedores eran menos susceptibles de infectarse con el covid-19 y que, incluso contagiados, sus síntomas eran más leves.

La experiencia vivida en un crucero argentino también aporta evidencia a favor de la doctora Gandhi. Tras surgir un caso, se hizo obligatorio el uso de mascarillas entre pasajeros y la tripulación. "La proporción de enfermos asintomáticos fue de 81 %", frente al 40% observado en otros navíos en los que esta práctica no se había generalizado.

Otro ejemplo, agrega Ugarte, está en estudios que muestran que países que usan más la mascarilla, tienen menos mortalidad. "Italia aplicó el uso de mascarilla de forma general antes que Francia y España, y las curvas de mortalidad, aunque altas, fueron diferentes".

El artículo de la doctora Gandhi ha generado diferentes reacciones. "Es solo una teoría, pero hay muchos argumentos en su favor", dijo Bruno Hoen, director de investigación médica en el Instituto Pasteur de París. En cambio, Angela Rasmussen, viróloga de la U. de Columbia de Nueva York tuiteó "Soy bastante escéptica. Es una idea interesante pero hay demasiadas incógnitas".

En esa línea, el doctor Ligarte comenta que una de las dudas es cuánto dura esta inmunidad. "Se ha visto que puede ser tres a cuatro meses (con anticuerpos); pero también se generan células de memoria, tipo linfocitos T, por lo que mientras no haya una vacuna probada, esto puede ayudar''.

La doctora Gandhi enfatiza que, de todas formas, la mascarilla no es una panacea: "Debe ir a la par con el distanciamiento físico, la higiene de manos y otras medidas de salud pública. No debemos bajar la guardia".

Anteojos podrían ser una protección extra

Investigadores chinos observaron que del total de pacientes con covid-19 que llegaron a un hospital de Suizhou, pocos (6%) eran miopes. Esto los llevó a suponer que usar anteojos puede ofrecer cierta protección frente al coronavirus. Aunque se trata de un estudio pequeño, con 300 pacientes, los autores estiman que es posible que los anteojos funcionen como una barrera que protege los ojos de la tos o el estornudo. También se cree que las personas que usan gafas tienden me¬nos a frotarse los ojos con las manos contaminadas.

FUENTE: El Merurio
Fecha: 26-09-2020

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