El futuro verde del planeta sí tendrá plásticos, pero unos que casi no contaminen

  • Cuidado del medio ambiente

  • Para 2030, se debe reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.

  • El plástico expuesto al sol se deteriora y se convierte en una fuente de microplásticos, un tipo de contaminación aún más difícil de manejar.

Nuevos métodos para reciclar este material permitirán que deje de ser un desperdicio y que, por el contrario, se convierta en una materia prima valiosa, parte de la economía circular. Eso sí, los expertos advierten que esto debe ir acompañado de un cambio en el consumo y de entender que el plástico no debe usarse para todo.

Hace unos 70 años el mundo comenzó a maravillarse con un nuevo material. Cañerías, envases y distintos objetos, como tuercas y lápices, comenzaron a fabricarse con plástico. Hecho en su mayoría con derivados químicos del petróleo, su flexibilidad, bajo costo y gran duración lo volvieron el material de esta era. Pero hace poco el planeta comenzó a darse cuenta de que su uso se convirtió en un problema global.

Se estima que el mundo ha acumulado más de 8 mil millones de tonela¬das de este material. El problema es que no existe la tecnología ni los incentivos suficientes para lidiar con su reciclaje, pero tampoco para disminuir su producción. Por ello, la nueva economía del plástico, basada en el principio circular, aparece como la forma de detener el problema.

Mayor eficiencia

El polietileno es un polímero que se encuentra en un tercio de los plásticos.

Pero reciclar el polietileno y conseguir productos que tengan valor es algo en lo que aún los científicos están trabajando. Investigadores de la Universidad de California – Santa Bárbara, Estados Unidos, lograron dar un paso más hacia esa meta.

Los métodos convencionales para reciclar este material requieren temperaturas de entre 500 ºC y 1.000 ºC para lograr romper su estructura en pequeños trozos y luego volver a ensamblarlos. Los científicos lograron un proceso en el cual la temperatura necesaria es mucho menor, cerca de 300ºC, pero además no requiere de solventes ni otros agregados. Por último, este proceso solo produce una mínima cantidad de gases comparado con el método tradicional.

Las moléculas resultantes sirven para fabricar disolventes, pinturas, lubricantes, detergentes, productos farmacéuticos y muchas otras manufacturas industriales y de consumo.

"Este es un ejemplo de un segundo uso (del plástico). Así, podríamos fabricar esta materia prima de manera más eficiente y con un menor impacto ambiental que al hacerlo a partir del petróleo", explica Abu-Omar, coautor del estudio publicado en Science.

Aunque se debe continuar investigando dónde y cómo esta tecnología puede ser más efectiva, los científicos aseguran que podría ayudar a mitigar la acumulación de desechos, recuperar su valor y reducir la dependencia de los plásticos que provienen del petróleo.

Para lograr una economía circular se requiere aumentarla demanda del plástico reciclado, dice María José Galotto, vicerrectora de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad de Santiago e investigadora del Centro de Innovación de Envases y Embalajes Laben-Chile. "Si a las empresas no les interesa comprar plástico reciclado este no tendrá valor", dice.

”En muchos casos”, continúa la especialista, “el plástico reciclado es más caro que el nuevo por lo que deben existir iniciativas que obliguen inicialmente a utilizar un porcentaje de este material en la manufactura de productos. Pero, además, la nueva economía de plástico requiere repensar el uso de este material”, agrega.

Mauricio Urbina, académico de la Universidad de Concepción e investigador del Instituto Milenio de Oceano¬grafía {IMO), concuerda. "Estamos en un momento crucial donde nos dimos cuenta de que el modelo de mercado y de comportamiento que tenemos ha producido muchos residuos", asegura. “Por ello hay que repensar la forma en que se consume”, agrega.

Si bien el experto asegura que el desarrollo de nuevos métodos para reciclar y agregar valor al plástico es necesario, sobre todo a corto y mediano plazo, para el futuro hay que hacer cambios mucho más profundos. "Me parece mediocre que solo seamos capaces de reemplazar el material de empaque y no la forma en que se consume", opina. El plástico es un gran material, asegura, pero no se puede seguir usándolo para todo.

Problemas nacionales

Urbina es parte de la Alianza Científica de Polución de Plásticos de Chile, entidad que acaba de publicar un diagnóstico del plástico en el país. Los resultados no son alentadores. Chile tiene un excesivo uso de plásticos desechables, limitaciones en el reciclaje, deficiencias en el manejo de residuos domiciliarios, y una falta de incentivos de mercado para adoptar empaques y comportamientos más sustentables, concluye el trabajo publicado en la biblioteca electrónica de ciencia Wiley.

Por ello, dice el investigador, "es urgente atacar el problema incluyendo a todos quienes son parte de la cadena de producción, uso y desecho del plástico".

Aunque es posible obtener un plástico que no contamine nada, se deben seguir buscando materiales que tengan el menor impacto ambiental, dice María José Galotto. "Pero además, es necesario estudiar las ventajas e inconvenientes que su uso genera en la sociedad", agrega.

"Por ejemplo, a nivel mundial se pierde un tercio de los alimentos, sin embargo los envases (entre ellos los de plástico) permiten alargar la vida de la comida y disminuir esta pérdida", explica; "por ello, el uso del plástico tiene que volverse inteligente".

FUENTE: El Mercurio
Fecha:29-10-2020

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