Del Cuidado de la Salud

Vivir más, pero vivir mejor: un desafío para la mujer chilena

  • Las mujeres, por ventajas genéticas, hormonales e inmunológicas, sumadas a su mejor adherencia a los cuidados preventivos, viven en Chile más que los hombres; sin embargo, enfrentan -en alto porcentaje- la dura realidad de vivir más años, pero en estado poco saludable.
Longevidad

Las mujeres viven en promedio 5 años más que los hombres, esta ventaja de mayor longevidad no se traduce necesariamente en una mejor calidad de vida al llegar a la adultez, debiendo sufrir condiciones físicas, mentales y emocionales, a veces, críticamente adversas.

Longevidad saludable

Frente a esta realidad de envejecimiento creciente, no sólo en Chile, si no global, la OMS ha logrado fijar una expectativa de vida saludable, que en Chile, alcanza un promedio de 67,7 años, muy inferior al de su longevidad biológica, que llega a un promedio de 83,7 años.

Ante esta evidente brecha contradictoria, el desafío de la medicina y de la salud ya no es sólo extender la vida, sino asegurar que los años adicionales sean saludables, autónomos y con calidad de vida.

Factores conductuales

El Decenio de Envejecimiento Saludable impulsado por la OMS postula que la meta a 2030 no es sólo vivir más, sino vivir mejor.

Para ello, estima central entender que la longevidad saludable no está determinada por factores genéticos, sino principalmente por factores conductuales y ambientales.

Un 70 a 80% de la vejez saludable depende:

  • Del estilo de vida;
  • Del entorno; y
  • De los determinantes sociales.
Ventajas de la mujer

Las mujeres deben aprovechar la ventaja que les da tener acceso a una atención médica temprana; adherirse mejor a los controles preventivos y tener una mayor disposición a consultar a profesionales ante síntomas de enfermedad.

Otra de sus ventajas es la resiliencia que le ayuda a la mujer, a partir de los 60–65 años, a “reconstruir” su rol femenino, ampliando sus redes emocionales y aumentando su sociabilidad y sus actividades comunitarias.

Conductas preventivas

A lo anterior, la recomendación de la OMS es que las mujeres incorporen como hábitos un conjunto de conductas observadas en todas las zonas del mundo, que se asocian directamente con la longevidad saludable.

Estas son:

  • Mantener una actividad física regular.
  • Guardar una dieta equilibrada y baja en alimentos procesados.
  • Procurarse un ambiente limpio no contaminado.
  • Fomentar la sociabilización y los vínculos afectivos.
  • Fortalecer un propósito de vida.

La incorporación de estos hábitos de vida saludable, de gran valor en etapas avanzadas de la vida, necesariamente deberán ser adoptados y fomentados en todos los tramos etarios del círculo familiar como una forma de vida proyectada al futuro.

Micro ejercicios o «bocadillos» de actividad física

  • Los micro ejercicios, «snacks» o «bocadillos» de actividad física, desarrollados por el Doctor Andy Galpin, especialista y director del Centro de Rendimiento Humano en la Parker University, son breves rutinas de entrenamiento que se incorporan durante el día para romper con el sedentarismo.

Accesible para cualquier persona, en cualquier actividad y sin grandes recursos, constituyen una herramienta fácil de adoptar y muy eficaz para prevenir y mejorar múltiples aspectos de la salud física y mental.

Por su facilidad los micro ejercicios o «snacks», se consolidan como una estrategia efectiva y realista para combatir el sedentarismo, especialmente en personas con falta de tiempo, largas jornadas laborales, adultos mayores o quienes buscan iniciar actividad física sin necesidad de entrenamientos prolongados.

No son pausas activas

Distintos de las “pausas activas” enfocadas en ergonomía, flexibilidad y elongación, estos minientrenamientos o «snacks» de actividad física incluyen movimientos aeróbicos, ejercicios de fuerza y pruebas de equilibrio, de entre 30 segundos y 5 minutos de duración, que deben ser realizados a intensidad de moderada a vigorosa,

Beneficios para la salud

La evidencia científica muestra que en pocas semanas es posible originar beneficios importantes para la salud cardiovascular, reducción del riesgo de mortalidad, optimización metabólica, mejorar el ánimo, disminuir  la sensación de fatiga e, incluso, disminuir el riesgo de cáncer y demencia senil.

Estudios más recientes indican que 3 a 5 minutos de actividad vigorosa al día respalda la afirmación que moverse en cuotas pequeñas, pero frecuentes, puede tener tanto impacto como sesiones largas tradicionales, siempre que se realice con constancia y progresión.

Ejemplos

Dependiendo del rango etario de quien practica los «snacks», se puede asociar este hábito a tareas cotidianas como:

  • Subir escaleras en vez de ascensor.
  • Caminar rápido entre actividades.
  • Hacer sentadillas o planchas antes de ducharse o tomar un café.
  • Hacer ejercicios breves al cambiar de tarea en el trabajo.
  • Realizar sprints cortos en bicicleta estática.
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