De la industria
Futuro del aumento de la demanda de uso de agua desalada en la industria minera
- Se espera que en 2033 el consumo de agua de mar en la industria alcance un 71%, lo que refleja un cambio significativo hacia el uso de recursos hídricos no convencionales.
La puesta en marcha de varios proyectos ha generado un aumento notable en el consumo de agua desalada en la minería, con un incremento proyectado en la necesidad de este recurso, que presenta claras ventajas frente a la escasez de agua y el agotamiento de las aguas continentales.
Actualmente, el sector minero utiliza un total de 18,07 metros cúbicos por segundo (m3/s) de agua en sus operaciones. donde el 66% proviene de fuentes continentales, y el 34% restante es agua marina. Se estima que el consumo aumentará a 21,4 m3/s en 10 años.
De acuerdo a cifras de 2022, el proceso de concentración de minerales sulfurados representó el 76,2% del consumo total de agua en la minería de cobre, seguido por el proceso de hidrometalurgia, con un 11,2%.
Por Regiones
- Tarapacá: Usó exclusivamente agua continental (1,11 m3/s).
- Arica y Parinacota: Solo se utilizó agua de mar (0,015 m3/s).
- Antofagasta: Usó ambas fuentes, mayoritariamente de agua de mar (5,86 m3/s), en tanto que el uso de agua continental fue 3,71 m3/s.
- Atacama: Mostró un consumo de agua continental de 1,12 m3/s y agua de mar de 0,27 m3/s.
- Coquimbo y Valparaíso: Uso exclusivo de agua continental (1,32 m3/s y 1,23 m3/s, respectivamente).
- Región Metropolitana y O’Higgins: Ambas regiones utilizaron solo agua continental (0,87 m3/s y 2,55 m3/s, respectivamente).
Desafíos Ambientales y Regulatorios
El aumento de la demanda de agua de mar presenta desafíos ambientales, por lo que se está discutiendo en el Senado un proyecto de ley que busca establecer un marco regulatorio para la desalinización, especialmente en lo que respecta a los estudios de impacto ambiental, la gestión de la salmuera resultante y la recuperación de materiales de valor.
Desafíos en los Plazos de Aprobación
Uno de los factores que puede afectar el futuro en el uso de agua de mar son los largos tiempos en la autorización de operaciones de las plantas desaladoras, escollo que representa un desafío importante.