De acuerdo con sondeo ACHS, un 64 % de las empresas del país está operando de forma presencial.
- Para la pospandemia, 14% indica que permitirá el teletrabajo para casi la totalidad de sus trabajadores, mientras que un 33% de las instituciones indica que los trabajadores podrán acceder a teletrabajo total.
- El 45% de las instituciones indica que los trabajadores podrán acceder a teletrabajo parcial o mixto.
La pandemia generó diversos cambios en la estructura del empleo en el país. Uno de los efectos más visibles, sobre todo en el inicio de las restricciones sanitarias, fue la explosión del teletrabajo, donde cerca del 20% de los trabajadores dependientes se volcaron a sus casas para realizar sus labores.
Sin embargo, este nivel ha disminuido conforme el proceso de vacunación ha tenido efecto y las restricciones sanitarias han ido decayendo.
La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) tomó una fotografía para conocer en qué situación se encontraban las compañías a nivel nacional respecto de la presencialidad de sus faenas.
Los datos se levantaron durante agosto, justo después del inicio de la liberación masiva de las ciudades a nivel nacional. Así, de acuerdo a los resultados, un 94% de las compañías entrevistadas se encuentra operando con algún grado de presencialidad.
De este total, un 64% está totalmente presencial y un 30% está de forma mixta. Además, la presencialidad se concentra en empresas más pequeñas (el 75% tiene menos de 25 trabajadores).
Por sector económico, la agricultura es la que tiene el mayor grado de sus trabajadores presenciales, con un 93%; le siguen el transporte con un 88% y la construcción con un 84%.
Los datos muestran también que en las distintas regiones del país aproximadamente un 50% de las instituciones tienen una presencialidad mayor a 95%.
Miguel Zapata, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la ACHS, plantea que todas las organizaciones han tenido que adaptarse a una nueva realidad a causa de la pandemia. «Aun cuando hubo sectores que pudieron continuar con el trabajo presencial debido a la naturaleza de su actividad, hubo que aplicar medidas de prevención para evitar contagios», observa.
Pese a la liberación de las ciudades, el temor a retroceder de fase en el marco del plan «Paso a paso», sigue latente. Zapata explica que la modalidad de trabajo mixto es otro de los cambios que la pandemia instaló en las empresas de todos los sectores y tamaños. «Un 30% de las instituciones opera de forma mixta, y hay una mayor tendencia a tener la opción de esta modalidad en organizaciones grandes, de más de mil trabajadores (73% de ellas la tiene)», explica el ejecutivo.
Y proyecta: «Sobre si continuará a futuro, el 45% indica que algunos de sus trabajadores podrán acceder a teletrabajo parcial o mixto, y un 7% dice que todos podrán hacerlo».
Con todo, Zapata remarca que hoy existe un 60% de las empresas que ya opera con normalidad, y del 40% que opera en situación de excepción, donde prácticamente todas esperan retornar pronto. Así, un 18,3% cree que volverá en 2021 y un 21,3%, durante 2022 (y solo un 2% espera hacerlo durante el segundo semestre del próximo año). «Esto responde a las expectativas actuales. Si hubiera un nuevo período de restricciones de la movilidad, seguramente las proyecciones tendrán algún cambio», estima Zapata.
Ajustes a operaciones cotidianas
Las restricciones sanitarias generaron un sinfín de cambios al interior de las organizaciones. De acuerdo con el estudio, la construcción y la agricultura son los sectores con mayor porcentaje de retorno a una operación normal. Así, en ambos sectores, aproximadamente el 16% de las firmas ajustó su operación de manera permanente. Mientras que en los sectores comercio y energía, el 33% ajustó su operación de manera permanente.
En el caso de la minería y los servicios financieros, la mitad se ajustó para el «retorno».