Consumo de agua de mar de la industria minera crecería 6% anual durante esta década

  • Según estudio de Cochilco con estimaciones a 2031

  • Dicha fuente de recurso hídrico ocuparía hasta el 47% de la matriz total, en medio de la creciente necesidad de parte de las empresas.

  • La cada vez mayor escasez de agua que existe en el país -y sobre todo en la zona central- es una de las preocupaciones de la industria minera y una de las prioridades que tiene el sector de cara a la próxima década.

A esto se suma el envejecimiento de la gran mayoría de los yacimientos del país, lo que está empujando un cambio en la matriz de producción, en la que primará la producción de concentrado de cobre por sobre los cátodos, debido a la explotación de minerales de sulfuros, que deben ser procesados por la vía de la flotación, donde el uso de agua es más intensivo.

Por esta razón, la posibilidad de usar agua de mar, ante la creciente escasez de las reservas hídricas continentales, está cada vez más latente en los planes de las mineras, que están ejecutando importantes inversiones en plantas desalinizadoras, y es en ese escenario que la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) proyecta que para 2031, el consumo de agua total a nivel nacional por parte de la minería llegará a 23,3 m{+3} por segundo, lo que representará un crecimiento promedio anual del 2,2%.

Ante este panorama, en la entidad advierten que es fundamental cambiar las condiciones de uso de este recurso, ya sea a través de optimización, nuevas tecnologías y procesos, o bien fuentes alternativas, u otras opciones, por los efectos económicos que podrían producirse en las empresas del sector.

"Si se mantienen las mismas condiciones de explotación/operación minera, podría implicar un aumento en los costos, dado el aumento en el volumen de minerales extraídos para compensar la disminución de las leyes, lo que involucra también las actividades propias de operación mina y su consecuente procesamiento en las plantas", explica el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros, quien añade que usar agua de mar es más costoso que el agua fresca continental, tanto por la infraestructura que la primera requiere como por la intensidad en el uso de energía para su transporte hasta las faenas.

Por su parte, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, asegura que considerando que el agua dulce es "un recurso escaso, es imperativo buscar formas de usarla eficientemente desde el punto de vista de los costos y el medio ambiente. La minería está avanzando decididamente en la incorporación de energías renovables y agua desalada. Ambos insumos críticos se relacionan sinérgicamente, ya que gracias a los recursos renovables podemos generar energía limpia a más bajos costos y, por lo tanto, potenciar el agua desalada".

Proyecciones

En términos desagregados, desde la entidad estatal estiman que el consumo de agua de origen continental esperado al 2031 alcanza los 12,4 m{+3}/s, lo que representa una disminución de 4% respecto del consumo de 2020. Mientras que en el caso del agua de mar, la situación es inversa, ya que en la medida que el consumo de agua continental mantiene una tasa de decrecimiento anual promedio cercana a un -0,3%, el agua de mar observa un crecimiento con una tasa promedio del 6% anual, alcanzando los 10,9 m{+3}/s al 2031.

El crecimiento del consumo de agua de mar, que al cierre de 2020 se estimaba en un 31% del total, llegará a su peak en 2030, cuando represente el 49% de lo consumido por la industria minera, mostrando una leve caída al año siguiente, cuan¬do se espera que sea el 47%, y el 53% restante esté asociado a aguas continentales.

En esa línea, y ante el aumento en el procesamiento de concentrado de cobre, se espera que al 2031 el agua continental para el procesamiento de concentrados alcance el 68%; los cátodos, el 5%; el agua en varios (mina, servicios y otros), el 22%, y finalmente, para fundición y refinería sea del 5%.

En el caso de agua de mar se espera que cerca de un 92% sea destinado al tratamiento de sulfuros para la producción de concentrados en ese período.

Considerando el crecimiento del consumo de agua proveniente de los océanos, desde Cochilco anticipan la importancia de la gestión de la infraestructura, apuntando a que es una tarea fundamental para la industria analizar el problema de suministro de agua en un contexto regional, buscando posibles sinergias positivas desde el punto de vista económico, que permitirían reducir los costos, y desde el enfoque ambiental, mitigar sus impactos.

"La mayoría de los nuevos proyectos mineros considera el agua de mar como fuente de abastecimiento. Sin embargo, esto plantea importantes desafíos en términos de costos, debido a la inversión que requieren y al alto consumo energético, no solo para desalinizar sino, sobre todo, para bombear el agua desde el borde costero hasta la faena minera. Si bien el agua de mar es una fuente segura y aparentemente inagotable, requiere de una estrategia en relación con la infraestructura y a la gestión integrada por cuencas", añade Marco Riveros.

El crecimiento del consumo de agua de mar, que al cierre de 2020 se estimaba en un 31% del total, llegará a su peak en 2030, cuando represente el 49% de lo consumido por la minería, para caer a partir de 2031.

FUENTE: El Mercurio
Fecha: 02-01-2021

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