Se dijo de la Industria

Aranceles podrían reconfigurar el negocio del cobre

  • El anunció de Trump de un arancel del 50% a las importaciones de cobre, afecta directamente al cobre refinado chileno, principal producto exportado por Chile a ese país.

La medida impuesta por los EE.UU. que busca fortalecer la cadena de interna de suministro de cobre en ese país, desde la minería hasta la fabricación de productos finales, generará, no obstante, consecuencias significativas, no solo para la industria estadounidense, sino también para la economía chilena.

Chile principal proveedor de cobre a EE.UU.

Aunque el país podría redirigir sus envíos a mercados como India, el Sudeste Asiático, China y Europa, donde la demanda sigue creciendo, EE.UU. es el segundo destino de exportación del cobre chileno, al que se exportó en 2024, el 65% del cobre refinado que importa ese país.

Riesgos estructurales

Dado que los EE.UU. no poseen capacidad para suplir internamente su demanda de cobre refinado debiendo importar un 45% del total que necesita y que la producción interna ha disminuido 20% en la última década, el mercado del cobre enfrenta en ese país riesgos estructurales por falta de nuevas minas, litigios ambientales, escaso número de refinerías operativas, falta de autosuficiencia a corto/mediano plazo, altos costos para su industria y para los usuarios finales.

Ajuste internacional de precios

A la fecha, el mercado ha reaccionado con un alza inmediata del precio del cobre en la bolsa Comex, lo que ha generado ganancias ganancia de hasta US$ 520/tonelada para traders internacionales como Glencore, Trafigura e IXM, entre otros, quienes aprovechan la brecha de precios con Londres.

Esta distorsión, no obstante, se considera temporal y podría terminar con un exceso de inventarios en EE.UU., presionando los precios globales a la baja.

“Este arancel al cobre no tiene racionalidad económica ni comercial para EEUU”

  • Según Diego Hernández, expresidente ejecutivo de Codelco y reconocido líder del sector minero, la medida solo incrementará los costos para los consumidores norteamericanos, sin generar beneficios sustanciales en el corto plazo.
Impacto esperado del arancel

Hernández estima que a corto plazo,  el costo lo asumirán los consumidores estadounidenses, no Chile ni Codelco; y que a largo plazo, podría reducir el crecimiento económico, aumentar la inflación en EE.UU., generar riesgo de recesión y estimular la búsqueda de sustitutos del cobre, lo que puede considerarse un “disparo en los pies” para la economía estadounidense.

Las consecuencia para EE.UU. sería generar un beneficio paraa productores locales, pero con alto perjuicio para los consumidores y los sectores industriales dependientes del cobre.

Señala que las opciones de EE.UU. para reducir dependencia externa son

  • Construir fundiciones de chatarra, que son más rápidas y más económicas y que le permitirían aprovechar el excedente de chatarra exportadas actualmente; esta opción debería ir acompañada de otras medidas como la prohibición de exportar chatarra.
  • Construir fundiciones de concentrado, más costosas y lentas que pueden tomar un mínimo de 6 años para construir, viables solo con incentivos por aranceles.
  • Desarrollo de proyectos mineros, de largo plazo y serios problemas de permisos, que producirían concentrado que exigiría nuevas fundiciones.
Chile

Hernández estima que Chile, como principal proveedor, debe actuar con prudencia diplomática, no adoptar postura de víctima y evitar confrontaciones, enfocándose en negociaciones que reduzcan el impacto porque aunque el mercado del cobre mantiene fundamentos sólidos, una prolongación del arancel podría afectar el crecimiento global y fomentar la búsqueda de metales alternativos en industrias clave.

 

Resumen Ejecutivo

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