Del cuidado de la Salud
Vacaciones y Salud
- La Cuarta versión del estudio «Radiografía de las Vacaciones de Trabajadores Chilenos» realizada por la Mutual de Seguridad destaca la necesidad de tomar unas vacaciones adecuadas que promuevan la salud mental y el bienestar.
- Destacan que la conexión constante con el trabajo y las dificultades económicas son los principales factores que limitan el descanso.
Los expertos en seguridad y salud laboral señalan que tomar vacaciones al menos una vez al año y por un período suficiente para garantizar la desconexión necesaria es esencial para reducir los riesgos psicosociales, mejorar el clima laboral y fomentar la conciliación trabajo-familia.
Esto es corroborado por el 78,8% de los trabajadores encuestados que afirman que las vacaciones impactaron positivamente en su salud y bienestar al reducir el estrés y otorgar tranquilidad mental.
Conexión permanente
El informe destaca que la conexión constante con dispositivos electrónicos y el teletrabajo son factores importantes que diluyen los límites entre la vida laboral y personal y malogran el objetivo de las vacaciones.
- El 61% de los trabajadores no logra desconectarse totalmente del trabajo durante sus vacaciones.
- Un 23% se mantiene altamente conectado con el trabajo durante este período.
Preferencias
En cuanto al verano que se avecina,
- Un 55% contempla tomarse días libres
- Un 46% no lo hará.
Entre los que no lo harán:
- 34% no lo hará por falta de planificación,
- 25% por no tener vacaciones pagadas.
Entre los que lo harán:
- 42% espera tomar dos semanas de vacaciones
- 21% optará por una semana de descanso, y
- 20% prefiere tres semanas.
Las intención más comunes incluye:
- 31% descansar y relajarse,
- 22,7% conocer nuevos lugares,
- 20% pasar tiempo con los hijos,
- 7,5% pasar tiempo con amigos,
- 6,8% realizar tareas domésticas, y
- 4% practicar deportes.
El impacto del verano en la salud mental
- Estos conceptos muestran cómo el verano, a pesar de ser una época de descanso, puede convertirse en una fuente de estrés y ansiedad si no se gestionan adecuadamente las expectativas, la presión social y la desconexión real del trabajo y la rutina diaria.
Expertos de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria advierten que las vacaciones de verano pueden convertirse en una fuente de estrés y frustración y afectar la salud mental por efecto de factores inadvertidos que suelen considerarse:
- Cambios en la rutina: La ruptura de la rutina diaria, la falta de una estructura y poner altas expectativas sobre las vacaciones pueden generar estrés y ansiedad.
- Presión económica: Los gastos adicionales en actividades de verano, como viajes, comer fuera de casa o entretener a los hijos menores, pueden aumentar la ansiedad y la preocupación financiera.
- Presión social y cultural: La expectativa cultural que el verano necesariamente debe ser una época de disfrute y diversión también es factor de presión.
- La exposición constante a las redes sociales y el fenómeno FOMO (miedo a perderse algo), genera la ansiedad de no saber qué está pasando.
- Conexión con el trabajo durante las vacaciones: Seguir conectado al trabajo en vacaciones es altamente disfuncional y genera estrés constante.
- Incremento de las temperaturas: El calor excesivo puede afectar el sueño, provocar agotamiento físico y causar síntomas de hipotensión, lo que puede confundirse con ansiedad.
- Sequía y contaminación: Estos factores ambientales pueden generar malestar emocional, ansiedad y preocupación por el medioambiente.
Efectos
- Las alteraciones de la rutina diaria pueden generar irritabilidad y cambios de humor repentinos pueden ser una señal de que el verano está afectando la salud emocional.
- La diferencia entre las expectativas creadas para las vacaciones y la realidad vivida puede causar tristeza, malestar e insatisfacción puede sumar desmotivación y sensación de estar fallando si los planes no se cumplen como se esperaba.
Impacto diferencial en las mujeres
- Vacaciones escolares. Con el cierre de los colegios, aumenta la carga de cuidados infantiles, que recae mayoritariamente en las mujeres, generando un estrés adicional.
- Presión social sobre la imagen corporal: El aumento de la exposición física durante el verano en playas o piscinas está asociado a una mayor preocupación por el cuerpo, lo que puede generar inseguridades y afectar la autoestima.
Recomendaciones para cuidar la salud mental en verano
- Mantener una rutina: Aunque sea verano, seguir ciertos hábitos regulares proporciona estabilidad y reduce el malestar emocional.
- Evitar comparaciones: No compararse con las imágenes idealizadas de las redes sociales, que suelen mostrar un verano perfecto e irreal.
- Establecer expectativas realistas: Evitar idealizar el verano y aceptar que no todo saldrá según lo planeado ayuda a reducir la frustración.
- Respetar el ritmo personal: No sentirse obligado a participar en todas las actividades sociales, sobre todo para personas introvertidas.
- Dedicarse tiempo a uno mismo: Reservar espacios para actividades placenteras, como leer, escuchar música o pasear, para reconectar con uno mismo.
- Disfrutar del presente: Evitar preocuparse por responsabilidades futuras mientras se está de vacaciones y centrarse en el «aquí y ahora».
- Desconexión digital: Limitar el uso de dispositivos digitales y el acceso a redes sociales, lo que ayuda a reducir el estrés y el FOMO.
Vacaciones Mentales
- Al salir de vacaciones no basta con tener días libres o disfrutar de actividades propias a las vacaciones tradicionales; es necesario un descanso mental que evite añadir nuevas fuentes de estrés.
La mente no distingue entre asuntos importantes y triviales, por lo que es necesario tomarse una vacaciones mentales y aprender a desconectarse adecuadamente, que no significa dejar la mente en blanco y no pensar nada, sino en activar la parte del cerebro asociada al descanso y el ocio.
Básicamente, desconectarse de los pensamientos habituales y evitar el seguir enganchado, «rumiando», ideas recurrentes, asociadas a preocupaciones laborales, personales o familiares.
Se debe procurar un descanso cognitivo que permita al cerebro desconectarse de las preocupaciones y tareas habituales y reconectarse con el ocio y la tranquilidad porque las vacaciones mentales se logran dejando de lado la planificación y el control del día a día.
No se deben confundir actividades como ver televisión, leer libros o navegar por redes sociales que pueden parecer muy relajantes, pero que en realidad exigen una atención y actividad mental que no proporcionan descanso a la mente.
Darse un descanso mental es permitir que el cerebro se enfoque en cosas distintas a la rutina diaria, favoreciendo la relajación y la creatividad.