Cada año la obesidad genera gastos por más de US$ 1.600 millones para el sistema de salud
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El Ministerio de Salud prepara un plan nacional para enfrentar la enfermedad, que será presentado antes de agosto:.
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Si el sobrepeso continúa aumentando a una tasa promedio anual de 6,3%, como lo ha hecho entre 2009 y 2016, el costo adicional anual para la red de atención será entre US$ 68 millones y US$ 106 millones.
Hace poco más de un año y medio, Gonzalo Maturana {32), de 1,75 metros de altura, se subía a una pesa en una consulta médica del centro de Santiago y la pantalla marcaba en torno a los 93 kilos. Según su médico, era obeso y su colesterol estaba sobre los límites normales. El dolor crónico en las rodillas y los problemas en la presión se lo recordaban casi todos los días.
Y el panorama que enfrentaba el paciente -quien con un cambio de hábitos logró bajar de peso- está lejos de ser una excepción.
Según la Organización Mundial de la Salud, desde 1975 se ha triplicado la obesidad en todo el mundo y de continuar esta tendencia, la mitad de la población tendrá sobrepeso o será obesa en 2030.
En Chile, el escenario tampoco es alentador: de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud {ENS) 2016-2017, el 75% de los chilenos mayores de 15 años tiene exceso de peso.
Para los expertos, la obesidad no solo genera problemas en la vida cotidiana, sino que también produce mayores costos para el sistema de salud debido a un requerimiento elevado de diagnósticos clínicos, controles periódicos, exámenes, tratamientos y medicamentos.
En el caso de Chile, un estudio del Ministerio de Salud estimó que el costo atribuible a la obesidad, considerando gastos médicos que no existirían si el paciente no fuera obeso, es de US$ 1.691 millones al año, lo que representa el 6,7% del gasto total en salud. Esta estimación no incluye los costos indirectos asociados a las pérdidas de productividad por mortalidad prematura y ausentismo laboral.
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, asegura que "solo los costos directos de la obesidad equivalen a cuatro años de financiamiento de la Ley Ricarte Soto, a cuatro hospitales de mediana complejidad, a cuatro años de tratamiento antirretrovirales para personas con VIH … Ese es el impacto en Chile".
Pero los gastos podrían seguir creciendo, porque si la obesidad continúa aumentando a una tasa promedio anual de 6,3% -como ocurrió entre 2009 y 2016-, el costo adicional por año para el sistema de salud chileno será de entre US$ 68 millones y US$ 106 millones.
"Las cifras son un desastre. Hay más de medio millón de obesos mórbidos en el país", afirma Camilo Boza, médico jefe del Centro de Nutrición y Bariátrica de Clínica Las Condes. Agrega que "el problema es que no estamos tratando la enfermedad, porque en Chile existe el estigma de que el paciente tiene la culpa".
Paolo Castro, presidente del Colegio de Nutricionistas, dice que en el corto plazo es muy difícil revertir la tendencia al alza, aunque en el mediano puede que se estanque si se potencian políticas de prevención como la Ley de Etiquetado de Alimentos o el sistema Elige Vivir Sano. Añade que el esfuerzo no solo debe ser del Estado: "Este es un tema de todos; los papás y mamás tienen que hacerse cargo de la alimentación de los niños".
Como una medida para reforzar el combate contra la obesidad, la subsecretaria Daza indica que "estamos ad portas de sacar el Plan Nacional de Obesidad".
La iniciativa se ha trabajado durante más de un año y, a juicio de la autoridad, "todas las políticas que vamos a implementar tienen un impacto costo-efectivo".
El objetivo es disminuir la obesidad en los niños y mujeres, y será implementado antes de agosto.