Qué hacer para reducir la preocupación de quienes regresan al trabajo presencial
- La pandemia nos dio a todos la oportunidad de reinventarnos. Para muchos, eso significa identificar nuevas formas de trabajar y abordar tanto el trabajo como la vida, dicen los autores.
- Mientras las organizaciones hacen planes para traer a sus empleados de vuelta a la oficina, deberían tener en cuenta que muchos de esos trabajadores están preocupados. Estudio indica que muchos empleados están inquietos e identifica qué les causa inquietud.
La indagación se realizó entre 300 adultos acostumbrados a trabajar en la oficina, que han debido hacerlo desde la casa durante la pandemia y que ahora se les ha pedido que vuelvan a sus puestos a partir del último trimestre.
A la pregunta de si estaban inquietos por el regreso, el 82% respondió que sí lo está. Es un porcentaje muy alto si se considera que no se incluye la preocupación por razones sanitarias de contagio.
El dilema que se detecta es que la preocupación por el reingreso disminuye el compromiso laboral de los empleados, a la vez que aumentan sus intenciones de renunciar.
Esta tendencia es sostenida cuando se ordenan los resultados por género, ingreso, estado civil, fecha en que volverán al trabajo, cantidad de días que van a trabajar en forma presencial y la cantidad de horas que van a trabajar.
Dónde se origina la inquietud.
Los entrevistados temen que haya una presión por volver a la forma en que las cosas «solían ser» y esperan que sus líderes hagan un buen uso de lo que aprendieron durante la pandemia sobre las nuevas formas de trabajo.
En este escenario, cuando los jefes esperan que todo vuelva a la normalidad sin cambios, la intranquilidad es mucho más alta.
«Las crisis no se deberían desperdiciar» manifestó uno de los consultados, «pero el actuar de la administración sugieren que estamos desperdiciando una crisis, puesto que siguen diciéndonos que volveremos a la normalidad, al modo en que abordábamos el trabajo antes de la pandemia«.
Esta opinión refleja que muchos empleados han tenido la oportunidad de encontrar la forma en que querían trabajar durante la pandemia y los empleados que encontraron su modo apropiado durante la crisis se sienten menos intranquilos por regresar si creen que pueden seguir trabajando de esa forma o si su jefe está interesado en aprender de ellos y sus experiencias.
¿Cómo pueden los jefes traducir esas dos informaciones?
Una respuesta eficaz puede resultar de conciliar el temor de los empleados a regresar a la «normalidad» y su preocupación de que se ignoren sus percepciones, dependerá de la actitud de las jefaturas.
A continuación, algunas sugerencias:
- Pídales a los empleados su opinión.
Puede sonar como algo de sentido común, pero los empleadores, por lo general no se dan el tiempo para solicitar y responder a las preocupaciones e ideas de los empleados.
La investigación muestra que al involucrarlos en la exploración de nuevas posibilidades y en la creación de su entorno laboral provocará emoción y entusiasmo en vez de inquietud y temor, aumentando tanto el rendimiento como el bienestar.
- Celebre las lecciones aprendidas.
Asegúrese de asignar tiempo para reunirse personalmente con cada empleado durante la primera semana para reflexionar sobre la experiencia de los encierros y cualquier lección que se pudiera llevar a cabo.
Analice cómo su propio estilo y prácticas de administración fueron diferentes durante los cierres, qué funcionó y qué no, y qué sería eficaz en el futuro.
Pida a los empleados que reflexionen sobre los «momentos sobresalientes» durante el encierro cuando se dieron cuenta de que su desempeño era óptimo. La investigación demuestra que cuando a las personas se les pide que destaquen sus fortalezas, luego ofrecen niveles más altos de desempeño.
- Las emociones importan.
El estudio muestra que reprimir las emociones tiene un costo mental y reduce la capacidad para adaptarse de los empleados.
En lugar de dejar de lado las emociones -las suyas y las de sus empleados-, los líderes tienen que darles espacio como también aprender de ellas. Al hacerlo, ganarán respeto y, lo que es más importante, crearán el tipo de entorno que hace que los empleados experimenten su trabajo con orgullo.
La pandemia nos dio a todos la oportunidad de reinventarnos. Para muchos, eso significa identificar nuevas formas de trabajar y abordar tanto el trabajo como la vida. El hecho de volver en forma precipitada a cómo era el trabajo antes del covid-19 sin reflexionar sobre lo que hemos aprendido y cómo el trabajo podría (o debería) ser diferente produce mucha inquietud.
Los líderes pueden lograr que el regreso sea mucho menos estresante, tanto para ellos mismos como para las personas que trabajan para ellos.
THE WALL STREET JOURNAL